
El Papa Francisco, de 87 años, enfrenta una nueva crisis de salud luego de ser diagnosticado con una neumonía bilateral. Según fuentes del Vaticano, el Papa ha respondido de manera positiva a los antibióticos, aunque su estado sigue siendo delicado debido a su edad y antecedentes médicos. En los últimos años, Francisco ha sufrido diversas complicaciones de salud, incluyendo problemas pulmonares desde su juventud y recientes hospitalizaciones por infecciones respiratorias.
La noticia ha generado muestras de apoyo y cadenas de oración en todo el mundo, especialmente en Argentina, su país natal. En la villa 21-24 de Buenos Aires, una de las comunidades más humildes de la ciudad, se han reunido fieles para pedir por su pronta recuperación, recordando su cercanía con los más necesitados.
Pese a su estado de salud, el Papa sigue atento a sus responsabilidades y se espera que en los próximos días el Vaticano brinde más detalles sobre su evolución y posible regreso a sus actividades.