Precios desbocados y falta de medidas concretas: El panorama a 5 meses de la guerra contra la inflación

A cinco meses del anuncio del Presidente Alberto Fernández sobre el inicio de la “guerra contra la inflación”, se esperan nuevos anuncios del ministro de Economía, Sergio Massa, sobre medidas concretas para contener el alza…

martes 16/08/2022 - 8:24
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A cinco meses del anuncio del Presidente Alberto Fernández sobre el inicio de la “guerra contra la inflación”, se esperan nuevos anuncios del ministro de Economía, Sergio Massa, sobre medidas concretas para contener el alza de precios.

Durante semanas, en el mercado no hubo precios de referencia y en las góndolas faltaron productos y, con el cambio de nombres en el gabinete, el Gobierno espera lograr contener la crisis económica.

El nombramiento de Massa llevó algo de tranquilidad al mercado, pero los tiempos se acortan. El jueves, el ministro enfrentó el primer dato de inflación que, aunque no correspondió a su gestión, presiona sobre los temas urgente que debe atender.

Una guerra con todas las batallas perdidas

A mediados de Marzo, el Presidente anticipó que el viernes 18 lanzaría una serie de medidas para intentar contener la incesante alza de precios, fundamentalmente de los alimentos. Esa anticipación fue suficiente para lograr el efecto contrario. En apenas tres días se contabilizaron subas de hasta el 20% en algunos productos.

Por entonces, eran Matías Kulfas, exministro de Desarrollo Productivo, y Roberto Feletti, exsecretario de Comercio Interior, los encargados del paquete de medidas antiinflacionarias. Luego tomó las riendas Martín Guzmán, extitular del Palacio de Hacienda, con nuevos anuncios para intentar contener la suba de precios. Todos hoy alejados de la gestión.

Pasaron cinco meses. Llegaron Daniel Scioli y Silvina Batakis para comandar el gabinete económico, pero sin medidas económicas concretas, la inflación anualizada a junio fue la más alta de los últimos 30 años.

Ante el fracaso, la danza de nombres tomó fuerza y con Batakis con menos de un mes al frente del Palacio de Hacienda, se reflotó la idea de Sergio Massa en el gabinete, para intentar calmar la incertidumbre y llevar algo de alivio a los bolsillos de los sectores más afectados por la inflación. El tema se puso en agenda desde que el Presidente y la Vicepresidenta retomaron el diálogo.

Junto con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la incesante suba de precios sin medidas contracíclicas fue desde las elecciones de 2021 uno de los principales reclamos del círculo de Cristina Kirchner a Alberto Fernández.

Finalmente, Sergio Massa llegó al Palacio de Hacienda, con ministerios unificados y fuerte peso en las decisiones, y es el encargado de cumplir con el objetivo de frenar la inflación y reacomodar las variables económicas. El dato del IPC de julio que dejó Batakis pone presión sobre los temas urgentes de agenda y deja un piso alto para agosto.

Retracción de precios y amenaza con la ley de Abastecimiento

Declarada la guerra contra la inflación, el primer anuncio concreto fue el de retrotraer los precios a los vigentes al 10 de Marzo y la advertencia sobre el uso de “todo el peso de la ley” en caso de no encontrar respuesta positiva.

Los precios no solamente no bajaron, sino que un mes después del anuncio, con el impulso de la carne y la harina, los alimentos subieron más de 5% en Abril y mantuvieron esa escalada alcista los meses siguientes.

Los intendentes oficialistas bonaerenses ensayaron sumarse una vez más al control de precios y Comercio Interior exigió conocer los costos de producción para autorizar aumentos en el programa Precios Cuidados, pero los intentos resultaron fallidos y los ingresos siguieron perdiendo frente a la inflación.

En su breve paso por la Secretaría de Comercio Interior, Martín Pollera anunció un nuevo avance para intensificar los operativos de fiscalización de precios con el propósito de “desarticular maniobras especulativas en distintos establecimientos como supermercados e hipermercados”, y nuevamente advirtió sobre la aplicación de “la fuerza de la ley frente a incumplimientos en los acuerdos o faltantes en las góndolas”, pero los resultados siguieron siendo desalentadores.

Ahora, Matías Tombolini asumió el cargo y puso el eje en los acuerdos de precios. La reformulación de Precios Cuidados y el fideicomiso del trigo son dos temas clave, luego de haber logrado reeditar Cortes Cuidados, el viernes último.

Si bien prometió que no va a perseguir a los empresarios, anticipó que controlarán que las empresas cumplan con los acuerdos pactados. Dado el arrastre de agosto, en el Gobierno esperan empezar a ver los resultados para la medición del IPC de septiembre.

Sin acuerdo de precios y salarios

Desde el inicio de su gestión, la idea de Alberto Fernández fue realizar un gran llamado al diálogo y reeditar el acuerdo de precios y salarios. La iniciativa se reflotó en el marco de la guerra contra la inflación, pero cinco meses después la convocatoria no se concretó.

Durante la gestión de Scioli en Desarrollo Productivo, se intensificó la realización de mesas sectoriales. Supermercadistas; principales productores de la industria alimenticia y de artículos de limpieza; principales empresas de consumo masivo; panaderos; fideeros, entre otros, fueron de la partida de las reuniones, incluso ya con Batakis en el Palacio de Hacienda.

Los supermercados son clientes directos de los fabricantes de alimentos, bebidas y productos de limpieza e higiene, pero los comercios de cercanía, como almacenes o chinos, dependen de un distribuidor o mayorista que le carga su propio margen y eso sumó una nueva dificultad a la estrategia de acuerdos voluntarios.

En los encuentros, Scioli reclamó por la falta de abastecimiento y las subas de precios. Del otro lado, el reclamo fue unánime: las dificultades para importar afectan la cadena productiva.

Las quejas ante Massa son las mismas, las presiones son las mismas, solo cambió el escenario y la expectativa de que el canal de diálogo abierto redunde en mejores resultados.

La convocatoria al acuerdo de precios y salarios está abierta, pero ambas partes aguardan que Massa le ponga día y hora al encuentro. Se mostraron dispuestas a sentarse a dialogar, pero cada una llegará a la mesa de negociaciones con miradas diferentes, que el tigrense deberá acercar.

En busca de que los salarios le ganen a la inflación

Como contrapartida a la incesante suba de precios, el Gobierno dio luz verde para la reapertura de las negociaciones paritarias y habilitó aumentos muy por encima del 30% que se había planteado Guzmán como objetivo para 2022. Los reclamos ya superan el 80% anual.

Pero en los hechos, según el último dato del INDEC, los salarios crecieron 34,3% en los primeros seis meses del año y perdieron 1,8 puntos frente a la inflación de ese período. Con el acumulado del 71% del IPC anual a julio, pocos gremios son los que por el momento lograrán ganarle.

Para María Castiglione, directora de C&T Asesores Económicos, en los términos utilizados por el Presidente “viene perdiendo por goleada la guerra”, dado que “la inflación apenas se desaceleró respecto del pico de marzo en abril – junio, pero julio alcanzó 7,4%”. “Lo peor es que las expectativas de inflación siguen subiendo semana tras semana”, agregó.

En el mismo sentido se expresó Jorge Colina, presidente de Idesa, que dijo que tras el anuncio “la inflación se aceleró”. “El Presidente usó la metáfora de que le declaraba la guerra a la inflación, pero fue solo una metáfora porque después no tomaron ninguna medida concreta profesional para bajar la inflación, no tuvo ningún sustento”, explicó.

Detalló que “el déficit fiscal siguió, la emisión monetaria siguió creciendo y eso hizo que lo que era el 4% de inflación mensual en Marzo, suba a 6% en Julio y ahora en Julio entre 7% y 8%, con lo cual vamos a terminar el año con una inflación de tres dígitos”, anticipó.

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