El ministro de Seguridad provincial, Federico Massoni, brindó mayores detalles sobre el operativo y allanamientos en el barrio Máximo Abásolo en las primeras horas de esta mañana. La investigación se inició luego de un atentado a un domicilio particular y un vehículo en barrio Saavedra.
Personal de la Brigada de Investigaciones realizó allanamientos en domicilios del barrio Máximo Abásolo luego de un exhaustivo análisis de cámaras de seguridad por la denuncia efectuada el día miércoles en horas de la medianoche en barrio Saavedra, cuando se escucharon al menos cinco disparos que impactaron sobre una vivienda y un vehículo.
Luego de tareas de visualización y edición de registros fílmicos, personal policial identificó a Luis Agustín Alcaina como el atacante, quien se movilizaba a bordo de un Toyota Corolla de color gris, desde el cual se efectuaron los disparos.
En funcion de lo investigado se solicitaron las correspondientes órdenes de allanamiento para las viviendas ubicadas en La Prensa al 100, Ramón Lorenzo 1823 y calle Maria Concilia 2014 del barrio Máximo Abásolo.
Este mediodía se refirió a esta investigación el ministro de Seguridad provincial, Federico Massoni, quien informó sobre la cantidad de elementos que se encontraron en los operativos con el fin de comercializar cocaína en la ciudad: «Si bien se descubrió de forma accidental, a esta persona se la estaba observando desde otra localidad de la provincia. Estamos hablando de dos personas que tiene antecedentes con lo que es este delito, es más, a la víctima de este abuso de armas ya le han detectado en un control preventivo 1,6 kilos de cocaína en su poder. Con esta presión, de a poco, empieza a aparecer la cocaína en distintos allanamientos» detalló en conferencia de prensa.
Además el ministro comentó que «si bien no hay detenidos, se está pidiendo la detención del titular o quien estaba alquilando ese inmueble», refirió sobre la situación de una de las viviendas y aclaró que «no hay cocina de cocaína en la provincia de Chubut» haciendo referencia a la «cocina de corte o de trabajo» que se detectó en la calle María Concilia.
«Esta cantidad de estupefacientes que se encontró, precisamente 1,600 kilos ya estaba ‘estirado’, es decir que estaba separada en bloques y lista para su comercialización» explicó Massoni.
También se detalló que los investigadores lograron secuestrar un arma de fuego tipo pistola marca Bersa, modelo Thunder calibre 9 mm con tres cargadores, dos comunes y uno extendido, y varios cartuchos de bala de ese calibre.
Tras el secuestro las droga, moldes para el armado de panes compactos de la sustancia, una prensa, elementos de corte y fraccionamiento de la droga incautada y demás elementos, se dio intervención al Personal de la División Drogas Peligrosas y al Juzgado Federal a cargo de la doctora Eva Parcio.
