Dos ciudades estarán cerradas por una semana y el resto del país durante tres días. Creen que podría haber entre 50 y 120 casos.
Por un caso de la variante Delta Nueva Zelanda puso a todo el país bajo confinamiento estricto. Desde el comienzo de la pandemia el país oceánico registró menos de 3000 contagios y 26 muertes.
Nueva Zelanda se convirtió en uno de los ejemplos mundiales en la lucha contra el coronavirus con sus estrictos confinamientos sanitarios. Sin embargo, tras el rebrote en Australia, el gobierno que encabeza Jacinda Ardern busca mitigar los contagios.
Cuando la primera ministra anunció la medida, que empezó a correr el martes por la noche, había un solo infectado. En la mañana del miércoles las autoridades ya habían encontrado 6 nuevos casos, todos infectados con la cepa de origen indio.
La vacunación en Nueva Zelanda avanza a ritmo lento: por el momento el 32% de la población tiene al menos una dosis y sólo el 18% está completamente vacunada.
Auckland, la capital de Nueva Zelanda, y Coromandel, una de las ciudades que había visitado el «paciente cero» quedarán en confinamiento estricto por una semana, mientras que el resto del país estará bajo aislamiento durante tres días. No habrá comercios ni escuelas, salvo los negocios esenciales como farmacias y supermercados.
Las autoridades calculan que podrían llegar a encontrar entre 50 y 120 nuevos casos tras decretar las medidas y por eso están analizando los contactos estrechos de los infectados.
El último brote en el país oceánico se había registrado en febrero y a partir de allí no hubo nuevos contagios.
La vacunación en Nueva Zelanda avanza a ritmo lento: por el momento el 32% de la población tiene al menos una dosis y sólo el 18% está completamente vacunada.