Se trata de uno de los cuentos infantiles más emblemáticos de la historia.
La situación legal de esta trama es muy similar a la infancia del personaje. La película que la casa de Mickey Mouse estrenó en 1953 tiene en los primeros minutos un mensaje que dice: “Walt Disney Productions agradece al Hospital para Niños Enfermos Great Ormond Street de Londres al que Sir James M. Barrie le dio los derechos de autor de Peter Pan”.
Esto es debido que un 27 de diciembre pero de 1904 se estrenó la obra Peter Pan y Wendy, la cual contaba la historia que todos hemos escuchado o visto, esta puesta en escena se convirtió en un libro siete años después, aunque en 1906 Barrie publicó parte del cuento en el libro Peter Pan en los Jardines Kensington.
Aunque muchos recordamos la película animada de Disney, la realidad es que no fueron los primeros en adaptar esta historia en la pantalla grande. En 1925, Paramount Pictures estrenó una cinta muda sobre este personaje y en 1953 Walt y compañía hicieron lo propio, dándole al cuento el impacto que merecía a nivel mundial. Desde ese entonces, afirma el portal Sopitas, diferentes casas productoras han hecho nuevas versiones de la trama, hasta Steven Spielberg filmó la suya.
La decisión de James Barrie
James Barrie disfrutó en vida los derechos de autor de Peter Pan, y aunque desde ese entonces el tema era complejo –porque dependiendo de donde se encuentre la adaptación, los derechos de autor variarán muchísimo–, el autor de la obra pudo recoger el fruto de lo que sembró su obra. Sin embargo, las cosas cambiarían cuando el escritor escocés tomó una decisión muy importante y casi como presagiando su final.
En 1929, Barrie decidió donarle en vida al Hospital para Niños Enfermos Great Ormond Street de Londres los derechos de autor del cuento. Este regalo implicaba que el centro médico sería el encargado de dar los permisos para autorizar obras sobre el niño que se negaba a crecer, y aunque estaban agradecidos con esto, lamentablemente el creador de la obra murió el 19 de junio de 1937 a los 77 años de edad y a causa de una neumonía.
Desde la muerte de James Berrie, el hospital disfruto varias décadas de las regalías que obtenía gracias a Peter Pan, tanto así que durante todo este tiempo se financiaron gracias a la donación vitalicia que les dejó el autor escocés. Pero en 1987 y tras 50 años de la muerte del escritor, los derechos de la historia se vencieron en el Reino Unido, dando pie a uno de los casos más extraños que hay en este rubro legal.
Resulta que un año después, en 1988 para ser específicos, el gobierno y gracias al ex primer ministro James Callaghan mostraron una excepción, una variante única en el mundo del copyright en el que aprobaba una extensión casi perpetua por esta obra. De esta forma, las leyes reconocía que el Hospital para Niños Enfermos Great Ormond Street poseía los derechos sobre cualquier puesta en escena y/o publicación del trabajo.
Lo que sí puede hacer el hospital con los derechos
Aunque como en todo aspecto legal, había letras chiquitas que dejaban claros algunos puntos sobre lo que pueden hacer y no con los derechos de la obra. Quizá lo más importante de esto es que el hospital no tiene control creativo ni tampoco el derecho a negar su permiso para una producción, además este permiso único que tiene únicamente es válido en la Unión Europea, pues en los 90 se extendió el copyright hasta 70 años después de la muerte de un creador.
Sin embargo, legítimamente deben obtener regalías por cada una de las películas, series, libros y demás que se basen en Peter Pan. Como mencionábamos antes, este ‘derecho perpetuo’ aplica para Europa pero, ¿qué pasa con esta situación en Estados Unidos?
El caso de Disney y ‘Peter Pan’
Aunque cuando estrenaron la producción original solicitaron el permiso del hospital infantil para llevarla a cabo, en estos momentos existe una laguna entre aquellos que poseen los derechos de Peter Pan y Disney Cuando se tomó la decisión de extender los derechos de autor hasta los 70 años, en algunos sitios del mundo esto ya había vencido y el cuento se encontraba en el dominio público, y esto depende básicamente del lugar en el que te encuentres.
Eso es lo que sucede en Estados Unidos, pues las historias que publicó James Barrie hasta 1923 son de dominio público en el país vecino (ese año cambió la ley del copyright dejando con esta etiqueta a toda obra anterior), mientras que las cintas, textos y puestas en escena que se lanzaron de 1928 en adelante no lo son. Esto quiere decir que en este país, los mismos personajes pueden ser de dominio público o no dependiendo de la fecha en la que fueron publicadas las originales.