Ubicada en la cuenca Neuquina, en las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Mendoza, Vaca Muerta es la formación de gas no convencional más grande del país. Con ella, Argentina es el segundo en shale gas en el mundo y por eso, si se desarrolla plenamente, puede ser un motor de desarrollo con un potencial comparable al del campo argentino.
Tiene una superficie de 30 mil kilómetros cuadrados, un tamaño similar al de un país como Bélgica y puede abastecer de gas a todos los argentinos por los próximos 100 años.
Actualmente el recurso que se produce allí –del orden de los 300 mil barriles equivalentes de petróleo diarios- está reemplazando importaciones de gas oil, fueloil y gas natural licuado, y contribuye a una mejora de la balanza comercial de energía del país.
Además de mejorar la balanza comercial argentina, Vaca Muerta genera otros impactos positivos para el país: gracias al aumento de la producción local se reducen los precios del gas natural, como tal, y el utilizado para la generación eléctrica, beneficiando tanto a usuarios domiciliarios como a la industria, consumidores de GNC y a los comercios.
¿Por qué es importante el gas natural?
Es sabido que sirve para calefaccionar y cocinar, pero también se usa para generar energía eléctrica para iluminar las casas y alimentar electrodomésticos, e incluso para fabricar productos para limpiar el hogar. También se lo utiliza como combustible para autos, colectivos y camiones.
Un mega desarrollo
En solo 18 meses, el yacimiento Fortín de Piedra pasó de producir casi cero a más de 17.5 millones de metros cúbicos de gas por día. De esta forma, Tecpetrol es protagonista fundamental en la mejora de la balanza comercial argentina ya que desde Vaca Muerta produce el 13% del consumo diario de gas en Argentina.
Durante el período de máxima actividad en Fortín de Piedra, se llegó a perforar con 7 equipos, siendo el primer desarrollo de gas no convencional en involucrar tantos equipos trabajando en simultáneo. Hoy el campo operado por Tecpetrol cuenta con más de 80 pozos perforados.
Apartado extra: El desarrollo no convencional se realiza por la baja permeabilidad de la roca que genera los hidrocarburos, entonces se perforan pozos horizontales y se aplican técnicas de estimulación hidráulica que permiten producir el gas y el petróleo alojados allí.
Además, para separar los hidrocarburos del agua y poner el gas en condición comercial, en agosto del año pasado se inauguró una planta central de procesamiento. La instalación se generó con un 94% de componentes nacionales y, en su pico, demandó más de 4500 empleos.