Un reciente estudio explica el motivo por el que dormir con la luz prendida o con luz natural es malo para el corazón y la diabetes.
Un estudio reciente realizado por Pnas confirma que la exposición a la luz, aunque sea moderada, aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y la resistencia a la insulina, asegura el portal A24.
«Una sola noche de exposición a una iluminación moderada de la habitación durante el sueño puede perjudicar la regulación de la glucosa y el sistema cardiovascular, que son factores de riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y síndrome metabólico», según la autora principal de la investigación Phyllis Zee, de la Universidad Northwestern (Estados Unidos).
El sistema nervioso autónomo se activa, lo que es malo, pues normalmente el ritmo cardíaco y otros parámetros cardiovasculares son más bajos de noche y más altos durante el día.
«Nuestros resultados indican que también se produce un efecto similar cuando la exposición a la luz se produce durante el sueño nocturno», dijo Zee.
La resistencia a la insulina se producía a la mañana siguiente. Esta aparece cuando las células de los músculos, la grasa y el hígado no responden bien a la insulina y no pueden utilizar la glucosa de la sangre para obtener energía. Para compensarlo, el páncreas produce más insulina y, con el tiempo, el nivel de azúcar en sangre aumenta.
En la actualidad hay evidencias de que la exposición a la luz durante el día incrementa el ritmo cardíaco a través de la activación del sistema nervioso simpático, que pone el corazón en marcha y aumenta el estado de alerta para afrontar los retos del día.