Aunque restan detalles para el anuncio, el incremento sería de entre el 3 y el 5 por ciento a partir de mayo.
Las petroleras analizan aplicar un nuevo ajuste en el precio de la nafta tras la fuerte suba del dólar, que en una semana acumuló un avance de 9,1%, con lo que se concretaría el cuarto incremento en lo que va del año en apenas cuatro meses.
Si bien el porcentaje aún es estudiado, trascendió que se ubicará entre el 3 y el 5 por ciento, con el argumento de equilibrar los efectos de la devaluación y el precio del crudo.
YPF, Axion, Shell son las empresas que ya anticiparon que habrá subas «acorde» al incremento del barril en el mercado global.
El crudo Brent (la referencia para el mercado local) se negoció este viernes a u$s73,33 por barril y subía 7,8% en un mes. En el año, el incremento en dólares es del 35,4%.
Y si la suba de la materia prima presiona sobre los precios de los combustibles, la inestabilidad cambiaria le agrega un condimento extra a una industria que tiene más del 80% de sus costos en dólares. El dólar mayorista subió 3,5% en el mes.
La última actualización fue concretada a finales de marzo, cuando YPF puso en marcha una suba del 4,5%; mientras que los combustibles de Shell habían saltado un 9,5% promedio en todo el país.
Pero el dólar marcó el viernes un nuevo máximo histórico de $46,90 y en algunos bancos superó los $47 a pesar de nuevos incrementos en la tasa de Leliq, lo que modifica el panorama a futuro.
Así, la moneda estadounidense acumuló a lo largo de la semana una suba del 9,1% por una firme demanda en medio de un clima de incertidumbre, desconfianza y nerviosismo en la city porteña.
Se trataría del cuarto ajuste en los combustibles en lo que va del año y, según lo estipulado, el cambio de precios se realizaría a partir de los primeros días de mayo.
El nuevo aumento en el sector tendrá un impacto directo en la inflación, que trepó en marzo a 4,7%, dado que es una herramienta clave para trasladar los alimentos.
En este contexto, el titular de la Cámara de Empresarios de Combustibles, Raúl Castellanos, antició el jueves un incremento que rondaría el 5 por ciento promedio. «Los números están para que aumenten las naftas, pero también hay una intención del Gobierno para contener los aumentos de precios», dijo a radio La Red.
El CEO de YPF, Daniel González, dijo el jueves que «hay un pequeño atraso» en el precio de las naftas y anticipó movimientos graduales. «Estamos tratando de acompañar la realidad económica con acomodamientos graduales de precios, esa es la intención», dijo en Neuquén, al participar en un seminario sobre energía.
El resto de las petroleras sigue con atención lo que hace o dice YPF, que controla más de la mitad del mercado. «El Gobierno controla el precio de los combustibles a través de YPF», replicaron en una de las grandes firmas, ante la consulta de TN.com.ar.
En las empresas recuerdan lo que pasó el mes pasado, cuando las naftas aumentaron entre 4,5 y 5 por ciento. Raizen – Shell había anunciado la primera suba, del 9,5%, luego de que el dólar trepara más de 10 por ciento en marzo. Luego, YPF anunció incrementos del 4,55 por ciento promedio y Axion la siguió. Raizen tuvo que retrotraer parte de la suba.
En el Gobierno enfatizan que el precio de las naftas es libre, aunque la comunicación entre la Secretaría de Energía y la petrolera de capitales mixtos es permanente.
En 2018, YPF movió sus precios catorce veces: trece al alza y una vez, a la baja. En el último año, el precio de la nafta súper subió casi 60 por ciento.
Desde el primer fin de semana de abril, el precio del litro de nafta súper ronda los $40,43 y la versión premium llegó a los $46,65 en las estaciones de servicio de YPF de la Capital Federal. En Axion, las subas de comienzos de mes llevaron el litro de súper a $40,93 y el del combustible de mayor octanaje a $47,47 en la Ciudad. Shell, que tiene los precios más altos, vende la nafta súper a $41,48 y la premium a $47,67, siempre con Buenos Aires como referencia.
Según datos de YPF, el expendio de naftas y gasoil cayó 6,3% durante el último semestre. La merma se registró primero en el combustible premium, pero luego se expandió a las versiones más baratas. La caída del mercado, dicen en la petrolera, condiciona el traslado a precios de las subas del crudo y el dólar.
El último incremento obedeció a un traslado a precios de los costos y a la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos, que se acomoda trimestralmente de acuerdo con la inflación.
«Necesitamos que el crudo en la Argentina se venda al precio internacional y para eso se deben traspasar a precios», dijo González, el CEO de YPF, el jueves. «Por supuesto, vivimos una realidad donde no tenemos la posibilidad de incrementarle el precio al consumidor, de manera tal que resulte una baja en la demanda», añadió.
Cualquier suba en los precios de los combustibles encarece los costos de la logística y presiona de manera indirecta sobre la inflación general. La semana pasada, el gobierno y empresas alimenticias anunciaron el congelamiento por seis meses de 64 productos de consumo básico de segundas y terceras marcas. Pero en diez días, el Ejecutivo y las compañías deberían renovar la lista de otros 500 ítems que forman parte de los Precios Cuidados.