No es un secreto que la industria petrolera global ha sido uno de los sectores más afectados en los últimos meses, pues no solo sufre por la menor demanda generada por la pandemia, sino que los bajos precios también han puesto contra las cuerdas a todos los productores. Y una de las consecuencias más visibles de esto es el desplome en los taladros activos en el mundo.
De acuerdo con los datos de Baker Hughes, los taladros petroleros que están funcionando en estos momentos se han desplomado a la mitad por la pandemia, pues mientras que en el promedio de 2019 funcionaron 2.177 de estos, con corte a junio en todo el mundo solo 1.073 estaban extrayendo crudo de los pozos.
De hecho, esta tendencia se mantuvo hasta febrero, cuando a nivel mundial se reportaron un total de 2.125 taladros trabajando en el planeta. No obstante, con el estallido de la pandemia del coronavirus, descendieron hasta 1.964, a 1.514 en abril, 1.176 en mayo y los ya mencionados 1.073 en junio.
Estas cifras, que corresponden a cada una de las perforaciones que se encuentran bombeando crudo, afectan prácticamente por igual a todas las regiones, y Latinoamérica no es una excepción de ello.
De hecho, la caída en la región es más pronunciada que en el promedio internacional, con un descenso de 62,63% en el número de taladros activos en junio frente al promedio que se registró en el año pasado.
En cifras, con corte al sexto mes del año, América Latina tiene un total de 71 taladros operando, frente a los 190 que se mantuvieron funcionando durante 2019. Eso sí, cabe destacar que el último dato ya supone una ligera mejora, pues en el mes de mayo América Latina registró un total de 62 perforaciones activas.
Y se puede decir, incluso, que Colombia es uno de los países que ha presentado una mayor afectación respecto a sus competidores de la región, pues en términos porcentuales, el 84,8% de los taladros que hay en el territorio nacional, en estos momentos, no están activos.
En diciembre de 2019, en Colombia estaban operando un total de 33 de estas perforaciones, mientras que a junio tan solo cinco tuvieron operación. Es decir, 28 taladros, que al final del año pasado se encontraban extrayendo petróleo, en estos momentos están totalmente parados.
Pero, al igual que Latinoamérica, el país ya presenta una pequeña mejora, pues al revisar el dato a mayo, solo un taladro estaba activo en todo el territorio nacional, menos incluso que las dos unidades que estaban trabajando en ese mismo periodo en Venezuela.
Otro de los que ha tenido una mala evolución este año es Argentina, pues de los 50 taladros petroleros y de gas con los que contaba operando al final de 2019, solo seis se encontraban a junio bombeando crudo.
Los grandes productores de la región, México y Brasil, no han tenido un golpe tan grande, pues presentan un cierre de nueve taladros en el caso del primero (de un total de 49 en 2019), y de tan solo tres (de 14) en el caso del segundo país.
“Esto se explica porque hay una correlación directa entre el precio del petróleo, la exploración y producción de este y, por ende, la demanda que presentan los talados, es lo natural en un escenario como el actual. Por esto, una vez que se mantenga la recuperación en la cotización, se verá un mayor número de unidades. Esta situación ha generado un especial golpe para países como Colombia o incluso Estados Unidos, pues sus precios de equilibrio son altos, lo que afectó de manera inmediata la extracción de petróleo”, explica Juan David Ballén, director de estudios económicos de Casa de Bolsa.
Resto del mundo
Al tener una visión global de la situación, Estados Unidos, que se convirtió gracias al fracking en el mayor productor de petróleo a nivel mundial, presenta un gran desplome en sus indicadores, principalmente porque esta técnica de extracción tiene un alto costo y volvió insostenible muchas de las operaciones ante los bajos precios.
Así, mientras que Estados Unidos contó con un promedio de 944 taladros activos durante el 2019, a junio tan solo 274 estaban operativos, lo que supone una caída de casi el 71% de sus unidades.
En el resto del mundo, sin contar Norteamérica (Estados Unidos y Canadá), los productores contaron con un total de 1.098 perforaciones operativas, de las cuales a junio tan solo estaban funcionando 781, una caída de ‘solo’ 28%, lo que se explica principalmente por las menores caídas en Oriente Medio (de 414 a 343), Europa (de 149 a 120), o la región de Asia Pacífico (de 228 a 197).
En las últimas semanas el precio del petróleo ha ido subiendo, ubicándose ambas referencias alrededor o por encima de los US$40 por cada barril.