Según informó el INdEC, la tasa de desocupación creció casi 3 puntos de forma interanual en el 2do trimestre, y se ubicó en el 13,1%, el máximo desde marzo de 2005 por efecto de las restricciones por la pandemia. Economistas alertan sobre el impacto en la pobreza y sobre el riesgo de que la situación no se revierta.
El desempleo en la Argentina se ubicó en el 13,1% de su población económicamente activa durante el 2do trimestre de 2020, informó el INdEC. La desocupación ganó 2,7 puntos porcentuales desde el 10,4% del trimestre anterior y de esa forma se convirtió en la cifra más alta desde 2005. En términos interanuales, el desempleo creció 2,5 puntos, informó Urgente24.
Según señala el Indec, sobre una población total de 28,5 millones de personas en los 31 aglomerados urbanos sobre los que se realiza la medición, 9,5 millones están ocupados y 1,4 millones están sin trabajo, mientras que 17,6 millones de habitantes no están buscando integrarse al mercado laboral. Son el 61,6% de la población urbana.
La tasa de actividad, en tanto, se ubicó en el 38,4%.
«Estos resultados reflejan en gran medida el impacto que tuvo sobre la dinámica del mercado laboral la pandemia por la COVID-19 y las restricciones en determinadas actividades y a la circulación», señaló el INdEC en el informe.
«El incremento de la tasa (de desocupación) se vio influenciado tanto por el aumento del número de personas que no pudo trabajar –aunque buscó activamente–, como por la reducción de la población económicamente activa total», agrega.
«El incremento en la cantidad de personas que no pudo trabajar pero buscó hacerlo activamente estuvo igualmente acotado en virtud de las restricciones en determinadas actividades y a la circulación vigentes durante el período de referencia», añade el informe.
«En particular, dentro del universo de desocupados, crecieron tanto aquellos con ocupación anterior como quienes llevaban menos de 3 meses de búsqueda de empleo», finaliza en ese apartado.
«En el 2do trimestre de 2020 el empleo cayó 20,9% interanual, en línea con caída de PBI (-19,1% i.a.). ¿Por qué fue tan elevada pese a doble indemnización, prohibición de despidos y ATP que protege empleo formal privado/asalariado? (empleo público nunca ajusta). Porque el resto del mercado laboral es flexible», observó en Twitter el economista Lorenzo Sigaut Gravina, socio y director de la consultora Ecolatina.
Y en base a ello, reflexionó: «Que la destrucción de empleo se haya concentrado en la pérdida de trabajos informales y cuentapropistas significa que los niveles de pobreza e indigencia treparán aún más de lo esperado, pues esta fuente de ingreso laboral es preponderante en los hogares de menores recursos».
Por su parte, el economista y funcionario porteño Federico González Rouco consideró que «no es relevante» la cifra de desempleo dada a conocer este miércoles por el INdEC, sino que «lo importante es que trabajaron 4 millones de personas menos que en el segundo trimestre de 2019».
«El desempleo pasó de 10,6% hace un año a 13,1%. Subió «solo» 2,5 puntos, no es mucho, dado el contexto. Por qué? Porque desempleo se considera no al que no trabaja sino al que busca trabajo y no consigue.La clave está en los que (no) buscaron», tuiteó.
En esa línea, agregó: «Hubo 4 millones de nuevos desempleados, con respecto a 2019. De esos, solo 200.000 buscaron trabajo. 3,8 millones no. Eso explica que el desempleo no aumente».
«Si todos los que perdieron el laburo hubieran seguido buscando, hoy el desempleo estaría en 29,3%. Es decir, la pérdida de empleo es equivalente a un desempleo de 29,3% pero se reduce porque esa gente no puede salir a buscar. Si la situación no repunta y absorbe empleo, la tasa de desempleo podría llegar a esos niveles. Quizás algo por debajo, pero por ahí», completó.