Las últimas cifras que mostraron la aceleración de precios más elevada de las últimas tres décadas y el freno de la actividad económica dejarán su marca también en los índices de pobreza e indigencia. Así lo reflejan las estimaciones de los especialistas que arrojan que durante el año anterior la pobreza se acercará al 43% y estará por encima del peor momento de la pandemia, indica TN.
El último dato disponible del INDEC corresponde al segundo semestre de 2023 y marcó que la pobreza llegó al 40,1% y afectó a unas 18,4 millones de personas. En tanto, para ese período el nivel de indigencia alcanzó el 9,3% e impactó sobre 4,2 millones de personas. Los números de la segunda mitad del año anterior se conocerán el próximo 27 de marzo.
Los especialistas explican que el índice de pobreza e indigencia que se difunde oficialmente resulta de un promedio entre trimestres -en este caso, el tercero y cuarto del año anterior- y que si bien durante el primer trayecto hubo una serie de medidas de recomposición de ingresos que fomentaron el consumo, ya para el último tramo del 2023 la inflación pulverizó esas transferencias y tampoco crecieron los puestos de trabajo, por lo que la pobreza se agravó.
“El INDEC va a dar un promedio del tercer y cuarto trimestre y ese promedio va a estar alrededor del 42%, 43%. Lo importante es que es el promedio entre dos momentos distintos”, analizó el director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, Agustín Salvia.
“Para el cuarto trimestre de 2023 el incremento de la pobreza fue muy importante. A pesar de las medidas compensatorias, octubre, noviembre y diciembre fueron meses muy inflacionarios. El cuarto trimestre debido al nivel inflacionario podría haber subido a un 45%, sobre todo en diciembre, y la indigencia pudo subir uno o dos puntos. En el caso de la indigencia, los programas sociales, las asignaciones, las pensiones ponen un piso que hace que sea menos flexible a la inflación. De todas maneras, seguramente llegó a 11%”, expresó.
En igual sentido, la estadística proyectada por Martín González Rozada, director de la Maestría de Econometría y profesor del Departamento de Economía de la Universidad Torcuato Di Tella indicó que la tasa de pobreza para el segundo semestre de 2023 llegó al 42,8% y responde a una cifra del 39,6% para el tercer trimestre y del 46% para el cuarto trimestre.
“Estos datos privados anticipan un claro empeoramiento de los indicadores sociales del segundo semestre, cuando no solo la inflación se aceleró marcadamente a partir de agosto, sino también el empleo empezó a mostrar los primeros signos de retroceso a partir de octubre”, sostuvo ese estudio.
Si se tiene en cuenta que para el cierre de 2023 la pobreza puede llegar al 43%, el número superará el 42% del segundo semestre del 2020, durante la pandemia provocada por el coronavirus. También se acercaría al 42,7% que se reportó en el primer semestre del 2004 y al 42,5% de los primeros seis meses de 1990, en el período de la hiperinflación.
“Las cifras son de crisis. No son normales, son extraordinarias. Son valores excepcionales que no se mantienen en el tiempo y que tienden a tener un rumbo a la baja cuando se reactive el mercado porque la gente tiene trabajo o en todo caso si se estabiliza el ingreso”, reflexionó el director del Observatorio de la UCA.
“Todos los datos publicados y proyectados indican que los niveles de pobreza continuaron en ascenso luego de la baja registrada a partir de 2021, tras el pico del 42% que se alcanzó en el segundo semestre de 2020 a raíz de las restricciones generadas por la pandemia del coronavirus”, coincidió en el informe de la Universidad di Tella.
De igual forma, Salvia consideró que la situación “no es catastrófica” porque se mantuvo el empleo. “No se crea más trabajo, pero no se está expulsando gente. Es un desgaste con relativamente ‘capacidad de aguante’ a través de programas sociales y cierto capital de consumo”, aseguró. Y aclaró que si la actividad económica sigue en baja, los indicadores sociales sí se pueden agudizar porque no podrá “compensar” la retracción con trabajo.