Cada vez que el dólar sufre una sacudida el mercado inmobiliario se paraliza. Ayer no fue la excepción, con una subida de la moneda estadounidense que rozó los $31, y las pocas operaciones que se habían reactivado las últimas semanas volvieron a congelarse.
Según publica diario Ámbito Financiero, desde la Cámara Inmobiliaria Argentina indicaron, además, que en los últimos dos meses cayeron en un 80% las operaciones con crédito hipotecario y se anticipan a que lo que resta de agosto y septiembre pueda ser aún peor.
«Los tomadores de créditos, aquellos que llegan más exigido, se habían animado a volver al mercado en la última semana, pero con estos movimientos volvió a paralizarse», explicó al diario Ámbito Financiero, Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA). El jueves, la divisa norteamericana cerró a $28,70 para la venta, al día siguiente subió a $29,85 y ayer alcanzó los $30,72, batiendo un nuevo récord y subiendo un 7% en sólo tres días hábiles.
«Pensábamos que íbamos a estar tranquilos por lo menos 60 días, pero no. El Gobierno no logra mantener la moneda estable. No hay reglas de juego claras, estamos intentando que se active una ley que de previsibilidad. Hoy se venden propiedades en dólares, pero se toman créditos en pesos, hay que buscar una solución ya», indicó Bennazar, preocupado por el presente de las inmobiliarias.
Se trata de un nuevo golpe para las inmobiliarias, que no logran recuperarse tras el cepo cambiario del Gobierno anterior. «Además las inmobiliarias ya fuimos fuertemente afectados por la quita de los honorarios del mercado locativo. La mayoría se volcó a las ventas, pero ahora estas operaciones están paralizadas», concluyó el presidente de la CIA. A esto se suma el incremento de los alquileres que llegó sólo en el primer semestre a más del 20%, por encima de la inflación. «No es rentable para los propietarios y es muy poco accesible para los locatarios», expresó Jorge Toselli, dueño de JT Inmobiliaria.
La fuerte devaluación del dólar durante el primer tramo del año generó una caída más que considerable del poder adquisitivo. El sueldo mínimo vital y móvil que en julio se actualizó en $10.000, -con la cotización del dólar de ayer- equivalía a u$s369, pero a principio de año, cuando el dólar estaba cerca de los $19, el salario era de $9500 y representaba u$s548. De esta forma, hoy se necesitan en promedio 369 sueldos para comprar un departamento de dos ambientes, valuado en u$s120.000 de 45 m2, en el barrio porteño de Caballito. En enero se necesitaban 218, un cambio más que considerable, que golpea de lleno al sector y por supuesto aleja a muchos de la posibilidad de la casa propia. «Apenas sonó el teléfono hoy, es la primera y la clásica reacción en días como los de hoy. Se da una importante retracción. Como positivo se generan oportunidad y mayor contra-oferta, por lo que hay propietarios que están dispuestos a bajar los precios ante la necesidad», concluyó Toselli.