El secretario General de Gobierno, Javier Touriñán, fue tajante y realista sobre la posibilidad de discutir paritarias con los gremios en medio de la aguda crisis provincial. “No podemos cometer dos veces el mismo error de prometer aumentos que después no van a poder cumplirse, estaríamos dando vuelta sobre la misma calesita. El problema fue no haber tenido en cuenta que el precio del petróleo se podía derrumbar, como ocurrió, cuando se asumieron los compromisos de la deuda en dólares”, sostuvo.
En este sentido, señaló -en diálogo con Radio 3– que “hace años que vengo desarrollando una actividad intensa en la política, hoy no es fácil, pero es un desafío y más allá de los proyectos personales que tenía encaminado, hubo una convocatoria del Gobernador que me pidió acompañamiento en esta etapa de la gestión, y creo que son los momentos de crisis donde uno tiene que asumir la responsabilidad y poner el hombro. En lo posible trataré de volcar la experiencia que he acumulado en estos años”.
Touriñán es un referente justicialista que se acopla a un Gobierno que fue electo por otro espacio político, el que fundó el fallecido gobernador Mario Das Neves: “Desde hace dos años el peronismo nacional viene reincorporando viejos actores que estaban en otros espacios, aunque es cierto que el Partido Justicialista tiene una carta orgánica que debe ser respetada para permanecer dentro del espacio”, justificó.
Mencionó como ejemplo las reincorporaciones de Sergio Massa, Felipe Sola y el mismo Alberto Fernández a lo que actualmente se denomina el Frente Patriótico.
“En Chubut se da una circunstancia particular porque hay sectores que quieren y otros que no y en el medio se producen pujas internas que al ciudadano de a pie no le interesan y tampoco conducen a nada. Hay que dejar de lado cuestiones personales y partidarias y tirar todos del mismo carro”, fundamentó sobre la aceptación al ofrecimiento del Gobernador Arcioni.
“La Secretaría General reemplaza a lo que fue en su momento el Ministerio de Coordinación, no está planteada como una jefatura de Gabinete, pero si coordina las acciones de los demás ministerios”, explicó.
Asimismo, aclaró que “en realidad lo que me ha pedido el Gobernador que asuma un rol político dentro del gabinete, más allá de las actividades propias del día al día. Hay tres subsecretarias, aunque no es una súper estructura, una conducida por el ex intendente de Gobernador Costa, Maciel Carrasco; después la subsecretaría de Medios y la Administrativa de Gobierno”.
“Tengo una buena relación con los actores de todos los poderes del Estado, los conozco, algunos más y a otros menos, con muchos de ellos en transitado caminos comunes, siempre con respeto, y eso me permite tener un vínculo para acercar posiciones”, consideró sobre su nuevo rol de pacificador.
“Voy a hablar con los gremios estatales y no estatales, y también con los sectores productivos, pero en el caso de los sindicatos públicos hay una materia pendiente que son los atrasos salariales, que no debería haber ocurrido, pero en las actuales circunstancias con las finanzas provinciales es una utopía creer que podría solucionarse de un día para el otro”, precisó.
A su vez, remarcó que “es una medida que se llevará de la mano con otras acciones como el desendeudamiento, como están las finanzas, no hay ingresos de fondos. Hay dos situaciones esenciales que deben recomponerse, la deuda con los proveedores y los salarios de los estatales”.
“Primero hay que darle certeza a la fecha de cobro de los sueldos, porque eso daña y angustia a la gente”, dijo sobre el reclamo de los Gremios de reabrir las paritarias.
“No hay mucho margen para una discusión salarial en estos momentos. La ayuda que pueda venir del Estado Nacional está condicionada a que no haya más gasto público ni que se disparen las escalas salariales”, sostuvo Touriñán.
En este marco, advirtió que “hace falta un trabajo muy fino para no seguir afectando los ingresos, si hubiera un aumento salarial que sería necesario por el ajuste inflacionario en medio de la pandemia, pero sin fondos para cumplirlo, seguiremos dando vuelta sobre la calesita”.
“El Gobierno de Arcioni ya incurrió en 2019 en actualizaciones salariales que pocos meses después no pudieron afrontarse: “es una parte importante del problema, pero no todo el problema. La otra parte fue haber asumido los compromisos de la deuda con un dólar barato y un precio del petróleo que se desplomó a principios de año”, dijo.
“En algunos momentos hasta se corrió el riesgo de no tener ingresos por regalías porque lo poco que se recaudaba se acreditaba directamente en la cuenta de los acreedores. El error fue haber hecho acuerdos paritarios sin contemplar el desplome del petróleo, si bien no era tan predecible, nos quedamos sin la principal fuente de ingresos”, cuestionó.
Consultado sobre un posible ajuste en la estructura del Estado, señaló que “cargar sobre los trabajadores, dejar sin fuente de ingresos a cientos de familias, va a profundizar la crisis, siempre hablando de la planta estable, no estamos hablando de la planta política”.
“Si el número de empleados ha crecido es porque ha crecido el Estado, si hubo más escuelas, más hospitales o más comisarios, todo eso requirió de incorporación de nuevos agentes”, fundamentó.
“Puede ser que en algunos casos haya sobre abundancia, pero no es la generalidad, y tampoco hay que recargar las tintas sobre el empleado público porque los servicios esenciales de la Provincia hay que cumplirlos, es una de las principales obligaciones del Estado”, insistió.
“Si no hay diálogo político es imposible salir adelante, no se puede construir. No siempre se puede consensuar, pero por fórceps o presión no se puede lograr nada”, sentenció Touriñán en el final.