El dirigente señaló que el sector en la Argentina se encuentra afectado por la inflación y la falta de agilidad en los pagos de la obra pública. “Las empresas enfrentan dificultades para cubrir los costos debido a la rápida depreciación del peso y a la falta de actualización de precios en los contratos”, disparó.
En tal sentido, aludió que “esto ha llevado a una disminución en la inversión en obras privadas y a la preocupación por la viabilidad de los contratos públicos”, al tiempo que enfatizó que “se necesitan mecanismos flexibles y una mayor velocidad de reconocimiento de precios para garantizar la rentabilidad y la continuidad de las obras”.
Cordon indicó que “el municipio es el mayor empleador en el sector de la construcción, seguido por la Provincia y la Nación” y que “la situación actual requiere una solución rápida para evitar más despidos y tener visos de reactivación”.
“Esta es una situación que se viene dando ya hace varios meses, y con la aceleración de la inflación se ha puesto difícil la situación para el sector, porque los contratos se tornan irrepresentativos, pasa como en muchas cosas que está pasando en otros sectores, que lo que uno factura no alcanza a cubrir los costos, porque la velocidad de los costos va muy rápido, solo por nombrar un ejemplo, en el día posterior a las PASO, con la devaluación del dólar oficial, el asfalto subió 35% en un solo día, y el margen que siempre es operativo, que se pone en las ofertas, oscila entre el 10-12% de utilidad, con lo cual hace que se vuelva muy difícil la continuidad de las obras y los contratos con el ritmo que se merecen, sin que golpee financiera y económicamente a las empresas”, analizó.
Al aire por Radiocracia, agregó que “creemos que en el privado, lo que es el manejo de los contratos, es un poco mejor, pero están desapareciendo también los privados que quieren invertir, porque también los valores se han puesto muy fuertes en cuanto a la disponibilidad de pesos que pueda tener, no solo un particular, sino la empresa o comerciante que quiera invertir, hay una retracción en todo lo que es hacer obra nueva por los valores”.
“El problema hoy es que hay temor entre las empresas de que el contrato quede desactualizado, de no poder ejecutarlo, de la responsabilidad que eso implica, entonces hay varias empresas que no se quieren presentar o reentrar en sus ofertas hasta que mejore, baje la inflación. Si hay un mecanismo bueno de actualización de precio, pasaría a parecerse más a una obra privada en cuanto a la velocidad de reconocimiento y, bueno, se podría ejecutar. También estamos viendo que en algunos estamentos de Gobierno la inflación está consumiendo los presupuestos que se hacen presupuestos al inicio de año con tasas del 60% que se habían proyectado, una suma de dinero para invertir en obra pública que después, a mitad de año, ya reservar el dinero para el ajuste o por inflación, consume el 30% o el 40% del presupuesto”, amplió.
Cordon esgrimió que “si hubiera una baja en otros sectores de otros rubros, la construcción tiene el dinamismo para ocupar rápidamente gente, por eso hay que resolver esta cuestión pensando que quizás en otros rubros también se puede llegar a provocar alguna serie de despidos o bajas en la actividad, porque hemos visto que están también algunos despidos en otros sectores. Este es un sector dinámico, rápido, pero necesita una solución con este aspecto que va de menor a mayor y cada vez es más grave el tema. Creo que se puede instrumentar, pero hay que hay que ocuparse y tiene que salir lo antes posible”.
Expectativas
“Pienso qué empresas hay o van a quedar en pie después de este tsunami en lo económico. La verdad que la situación es difícil, pero la mayoría de los que estamos en este rubro tenemos muchos años, hemos pasado muchas crisis y realmente las hemos podido afrontar, creo que hay todavía varias empresas que pueden ejecutar obras, pero hay que devolver el interés a las empresas”, sostuvo.
Y añadió que “acá en la plaza para obras de hasta mil quinientos millones de pesos hay por lo menos cuatro o cinco empresas que están en condiciones de ejecutarlas y el empleo que se genera es variable, de 500 a 1.000 empleados, hablando exclusivamente de obra pública, de los programas que están en marcha en la ciudad”.
“Quiero igual dejar un mensaje de optimismo, que entre la empresa, el Gobierno y el gremio se va a poder buscar una solución, repito que este sector es muy importante por el tipo de gente al que llega, que necesita realmente el trabajo, vigorizar el sector, sobre todo si otros sectores bajan su actividad, es muy importante que nuestro sector esté presente y dinámico, eso es lo que quiero decir, y si bien estamos preocupados, preferimos ocuparnos y tratar de que rápidamente esto pueda ser solucionado”, determinó. Finalmente, sobre si se dicta la conciliación obligatoria en el conflicto de hoy por los telegramas de despido, y si están en condiciones de afrontar la posibilidad de esa discusión, dijo que eso depende de cada empresa en particular: “es una decisión puntual si puede o no, ahí ya va a ser una decisión individual con la Secretaría de Trabajo”, cerró.