Desde el gobierno nacional buscan evitar que la movilidad por turismo o por alejarse unos días de los focos de la enfermedad termine por llevar el virus a todo el país.
Analizan restringir el transporte terrestre y aéreo de cara al fin de semana largo como medida de prevención ante el avance del nuevo coronavirus. La limitación para pasajeros se quiere aplicar de inmediato; buscan evitar que la movilidad por turismo o por alejarse unos días de los focos de la enfermedad termine por llevar el virus a todo el país.
Para los ómnibus de larga distancia se estudia una restricción: establecer que sólo se pueden vender la mitad de los asientos disponibles. O, en el caso de los que tienen tres asientos por fila, sólo permitir pasajeros en la ventanilla.
En cuanto a las medidas para el sector comercial, se discute la decisión de suspender totalmente o restringir los servicios aéreos, pero será el presidente Alberto Fernández el que tomará la última decisión.
Todo se debatió ayer en una mesa de la que participan el ministro de Transporte, Mario Meoni, y representantes de los gobiernos de la Ciudad y de la provincia de Buenos Aires. De ese encuentro, los funcionarios se llevaron una carpeta para definir en la Casa Rosada.
Según destacó La Nación, todos miran el feriado largo y temen la distribución del virus. Los casos de Italia y de España, que mantuvieron libertad de movimientos con la epidemia ya desatada, fueron los ejemplos que miraron los funcionarios. Las restricciones parecen irremediables.