La Iglesia disparó contra la Casa Rosada por «déficit fiscal, el impuesto inflacionario y recesión» que llevó «al 45% de pobreza multidimensional estructural».
El INDEC informó que el 2021 electoral cerró con un promedio del 37% de pobreza en la Argentina. Sin embargo, la Iglesia salió con los tapones de punta y, por primera vez en muchos años, se animó a hablar en contra del déficit fiscal y tratar a la inflación no como un fenómeno extraterrestre e imposible de solucionar sino como un impuesto de la dirigencia política. A su vez, planteó que lo que viene no será mucho mejor.
«Efectivamente, hemos transitado el 2021 de reactivación y recuperación económica, después de un 2020 muy crítico por la pandemia», comenzó Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).
En este sentido, al aire de radio Continental, el sociólogo dijo que «eso implicó la recuperación de los empleos perdidos y continuar con programas de protección social en un contexto electoral, que no puede quedar ajeno de la mirada entender que en la coyuntura existió una política anticíclica contra la crisis y de fomento del consumo con transferencia de ingresos. Hubo una primavera electoral que generó una burbuja de consumo que también está asociada a la recuperación del empleo y una mayor inversión pública».
Entrevistado por el periodista Diego Corbalán, Salvia criticó a toda la dirigencia nacional para luego volcarse específicamente en los últimos 3 años:
Si uno lo mide en términos de logros, capacidades o acceso a recursos, la pobreza multidimensional en Argentina está por arriba del 40% y llega hasta un 45% de manera estructural
«Esto no cambia significativamente aunque no pongamos ingresos y pongamos otros componentes. La población que no tiene una adecuada educación, alimentación, acceso a servicios de salud adecuados y tiene problemas de viviendas o problemas de trabajo, se encuentra en el orden del 45%, independientemente de sus ingresos«, amplió sobre lo que estaba refiriendo.
Entonces, avanzó sobre un dato dramático:
Después, cuando lo consideramos por ingresos, un dato adicional muy fuerte: en los últimos 3 años, la Argentina incluida que no ha experimentado pobreza por ingresos es menos del 40%; un 38%. Es decir, el 60% de la población fue pobre en algún momento
La pobreza roza el 50%. ¿Y la famosa Mesa del Hambre?
Salvia, disparó:
«Los componentes macroeconómicos de esta pobreza como los déficit fiscales, el impuesto inflacionario y la recesión que está asociada a la inflación porque no hay capacidades de inversión ni de los propios ahorros de las familias para educación, vivienda o un pequeño comercio, se asocia a 15 puntos de pobreza. ¿Qué significa esto? Que entre 20 y 25 puntos de la pobreza en la Argentina ya no se resuelve por bajar la inflación o estabilizar la economía. Va a requerir de un nivel por encima del 2% del PIB pero también de políticas focalizadas que atiendan a la economía social, popular y las cooperativas para generar trabajo más productivo en los segmentos que hoy viven de los planes sociales o en una informalidad de mucha autoexplotación familiar o personal.
Paradójicamente, vivimos esos niveles en 2011/2012, con Cristina Kirchner, y en 2017, con Mauricio Macri. Estamos hablando de 2 momentos electorales distintos que generaron después efectos corrosivos en materia macroeconómica como en 2014 y 2018″.
Pobreza: Lo que viene
Volviendo a este anecdótico 37%, Salvia dijo que «hemos transitado estas etapas en otros momentos de la Argentina y siempre se constituyen en burbujas de consumo que bajan la pobreza pero no de manera estructural. No hay detrás un proceso sostenible que en tiempo mejora salarios, crea empleos y mejora mecanismos de inclusión social. Tendrían que entender que esta mejora es una pobre mejora porque todavía estamos en niveles por encima de la prepandemia».
Y lo comparó con la época del pésimo gobierno de Mauricio Macri: «La tasa de pobreza era 35% en el segundo semestre de 2019, la situación es que tenemos más pobreza hoy (con 37%) y antes del COVID teníamos menos informalidad, menos pobres estructurales y menos trabajadores pobres, por lo que hoy la situación es más grave».
Entonces, planteó para los meses que vienen:
Por mucho que haya habido alivio, no es sostenible y es de esperar que en el corto plazo el aumento de la inflación y la falta de inversión y crecimiento, no redunde en mejoras sustantivas para este año. Por lo tanto, es de esperar que nos volvamos a acercar al 40% más tarde o más temprano