Solo en Defensa de los Consumidores, el organismo dependiente de la Secretaría de Comercio Interior, hay 6.821 reclamos por planes de ahorro.
El sueño del auto propio se convirtió para algunos en pesadilla. Con costos crecientes y unidades que no se entregan a tiempo, los planes de ahorro -que alguna vez fueron una de las formas más fáciles de comprar un vehículo- se complejizaron cada vez más y acumulan miles de denuncias por parte de los consumidores.
Solo en Defensa de Los Consumidores, el organismo dependiente de la Secretaría de Comercio Interior, se abrieron 6.821 reclamos por planes de ahorro entre enero y julio de este año.
El plan de ahorro funciona más o menos así: los compradores se organizan en grupo y comienzan a aportar cuotas mensuales (por un período que va hasta los 10 años) para ir retirando, uno por uno, su vehículo a través de una licitación. Las cuotas varían según el valor final de la unidad al momento de retirarla, y es por eso que pueden aumentar mes a mes. Además, dependiendo del caso se pueden sumar gastos administrativos, seguro de vida, seguro de vehiculo, derecho de inscripción y derecho de adjudicación.
En el último tiempo, los clientes empezaron a quejarse de subas muy por encima de la inflación, básicamente porque sucedió lo mismo con los autos. Según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), solamente entre enero y abril de este año el precio de lista de los 0 km aumentó un 12%, por encima del deslizamiento del tipo de cambio oficial al momento y del 8% de inflación general.
“Las denuncias contra las administradoras de planes de ahorro vienen desde el año 2018, que fue el año donde se registró el mayor aumento en el valor de las cuotas. Obviamente esta situación se empeoró con la pandemia donde no solo el valor de las cuotas se mantuvieron en alza (el valor de la cuota tiene relación directa con el valor del auto 0km) sino que también hubo una merma en los ingresos de las personas, lo que obviamente complicó más el pago de las cuotas”, explica Gerardo Gullelmotti, abogado de la Defensoría del Pueblo.
Los principales motivos están relacionados con el aumento en el valor del auto, que repercute en el valor de la cuota. “Seguido a esto están los reclamos por demoras por parte de las administradoras para devolver los fondos una vez finalizado el plan; y en un tercer orden podemos ubicar los reclamos por demoras en la entrega, las que se incrementaron a partir de ciertas restricciones que complicaron la importación de algunos modelos”, detalla Gullelmotti.
Este es un escenario que se repite en la industria: faltan autos. Según Acara, hay un faltante de unas 40.000 unidades, y es por eso que proyectaron sus ventas finales de 2021 a la baja. El problema con el plan de ahorro es que no es una venta proyectada, sino concretada, y que hay personas que se encuentran ante el escenario de que completaron sus pagos, realizaron la licitación y les adjudicaron una unidad que nunca recibieron.
TN consultó a Acara cuántas de esos 40.000 unidades corresponden a autos de planes de ahorro, pero no obtuvo respuestas. Según un relevamiento entre distintos jugadores del sector, el número de faltantes en este rubro podría ir desde los 20.000 hasta los 40.000 (lo que elevaría el número final de unidades totales que no habrá en 2021).
“Aclaro en este punto que los problemas en entrega de unidades no solo se da en planes de ahorro, sino que afecta a las automotrices en general, generalmente porque las concesionarias venden unidades que aún no le han sido asignadas”, dice Gullelmotti.
En diálogo con este medio, las terminales automotrices reconocieron que las entregas tienen demora (aunque no atinaron a decir un promedio, porque aseguran que lo ven “caso por caso”) por la restricción de importaciones de vehículos. Otro motivo, señalaban, es que la demanda de vehículos se aceleró en el último tiempo, porque es un bien durable que comienza a ser visto con buenos ojos cuando se temen turbulencias cambiarias (sobre todo en años electorales).
Finalmente, señala, hubo muchos reclamos por el monto a desembolsar al momento de la entrega de las unidades 0 km, “ya que los que se informaban al momento de contratar luego diferían de los que se exigían al momento de abonarlos”.
En el mismo sentido, Jerónimo Guerrero Iraola, director de Coordinación de Unidad Defensor en Defensoría del Pueblo, señala que hay “una serie de irregularidades” en este tipo de contratación y que se verificaron aumentos que fueron entre un 120% hasta un 800%. Primero, el organismo atendió caso por caso y obtuvo 12 medidas cautelares en las que se obligaba a la reducción de entre el 20% y el 50% del valor de la cuota. Luego, se iniciaron acciones colectivas.
Esas medidas cautelares, apuntaban desde una automotriz, complicaba grupos de planes de ahorro porque retrasaba la entrega para todos los miembros. Añadían que, a pesar de que se consiguiera un descuento en el valor de la cuota, tarde o temprano se debería pagar el total de la unidad si se la quiere retirar.
Con respecto a la morosidad, las automotrices explicaban que no hay una única forma de medirla, ni una manera fácil. Cuando se deja de pagar la cuota antes de retirar el auto, simplemente se deja de ahorrar. En cambio, si eso sucede una vez llegado el vehículo, las empresas podrían retirárselo al cliente que debe. Esa morosidad está en el orden del 4% y es histórica, decían desde una compañía.
Los planes de ahorro no viven su mejor época hace ya bastantes años. En 2021, se están recuperando un poco por encima del último bienio. Según fuentes del sector, habrá 360.000 suscripciones nuevas (lo que no significa que se entreguen 360.000 autos, cabe aclarar). El promedio histórico, en cambio, rozaba las 600.000.