Tras 18 días ininterrumpidos de conflicto, el presidente chileno la posibilidad de su renuncia y aseguró estar dispuesto a reformar la Constitución Chilena, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet y señalada como el origen de las desigualdades en el país trasandino. “Estamos dispuestos a conversarlo todo, incluyendo una reforma a la Constitución”, afirmó el mandatario.
Las manifestaciones y sus consecuentes represiones siguen repitiéndose en todo el país. A 18 días de comenzado el conflicto que acumula una cifra de 20 muertes, más de 2.500 heridos y 4.000 detenidos, entre ellos un 11% de menores, el gobierno de Sebastián Piñera no cede ante el reclamo de su renuncia.
Aunque, por primera vez desde el inicio del estallido social, aseguró estar dispuesto a reformar la actual Carta Magna chilena, heredada de la dictadura del nefasto Augusto Pinochet, que tuvo lugar desde el 1973 a 1990 en el país vecino, y señalada por el pueblo como el origen de las desigualdades y la distancia del mundo político con la sociedad común.
Luego de negar rotundamente la posibilidad de una renuncia, sostuvo: “Estamos dispuestos a conversarlo todo, incluyendo una reforma a la Constitución”, en otro intento por aliviar la situación social y terminar con las protestas en todo el país, que no ceden y cada vez son más rotundas.
Este martes se registraron enfrentamientos aislados entre manifestantes y carabineros en Plaza Italia, a esta altura, un escenario de guerra durante las manifestaciones iniciadas el 18 de octubre.
Dicho conflicto en el país vecino ya le costó la organización de varios eventos a nivel internacional, entre ellos la final de la Copa Libertadores 2019 que se iba a disputar en Santiago, pero finalmente se llevará a cabo en Lima, Perú. En el caso de haber confirmado al Estadio Nacional como la sede de la final, tanto civiles como barras bravas de clubes convocantes de Chile habían planeado boicotearla con el fin de no permitir que se realice un espectáculo en medio del estallido social.
