El presidente chileno Sebastián Piñera decretó el estado de Emergencia en la Región Metropolitana de Santiago, tras los incidentes de las últimas horas por el aumento del boleto de subte. El decreto implica la suspensión de algunos derechos ciudadanos en virtud de la defensa o seguridad nacional y las zonas designadas estarán bajo la dependencia del Ejército.
El objetivo de este estado de emergencia es muy simple, pero muy profundo: asegurar el orden público, asegurar la tranquilidad de los habitantes de la ciudad de Santiago, proteger los bienes tanto públicos como privados y, por sobre todo, garantizar los derechos de todos y cada uno de nuestros compatriotas», explicó Piñera en el Palacio de La Moneda.
El mandatario conservador añadió que «en los próximos días convocaremos a un diálogo transversal para poder atenuar y aliviar la situación de nuestros compatriotas afectados por alza del Metro».
La jornada del viernes fue especialmente violenta, con incendios en cinco estaciones del Metro de Santiago y también en cuatro colectivos. Hubo, además, barricadas en distintos puntos de la capital de Chile. Otro punto de protesta fue un edificio de la empresa de distribución eléctrica de Santiago, ENEL, donde hubo un foco de incendio, lo cual implicó la intensa labor de bomberos y carabineros para controlar la situación.
La protesta por el aumento del boleto de subte se dio en sectores de clase media, que salieron a cacerolear en distintos puntos de Santiago.
En la previa del viernes, las manifestaciones se dieron a través de lo que se llamó “Evasión Masiva”, esto es, miles de personas, sobre todo estudiantes secundarios y universitarios, que saltaban los molinetes para evadir el pago, lo que derivó en la acción de personal de seguridad y carabineros.
La represión de las fuerzas de seguridad llevó a una mayor intensidad en la protesta; así, se calcula que los incidentes en la infraestructura del transporte subterráneo generaron una pérdida de 700 mil dólares, en una jornada en la que la directiva del Metro decidió cerrar el viernes todas las líneas para evitar más destrozos y no habrá servicio este fin de semana. Incluso se suspendieron los partidos de fútbol profesional en la Región Metropolitana durante este fin de semana.
El comienzo del conflicto se generó por la suba sostenida desde 2007, cuando el boleto costaba 420 pesos (0,6 dólares), hasta los 830 pesos actuales (1,15 dólares). Tras el último aumento, la ministra de Transportes, Gloria Hutt, informó que no se revisaría el alza del precio del boleto, lo que también encendió el descontento popular.
El lunes sesionará de manera extraordinaria la Cámara de Diputados por la suba del boleto y los incidentes que le siguieron. Para ello, se citó al Parlamento a los ministros de Interior, Transporte y al Director General de Carabineros por los graves hechos ocurridos en Santiago durante las últimas horas.