Luego del partido que devino en la eliminación de Boca Juniors a manos del Atlético Mineiro gracias a las polémicas decisiones arbitrales, la situación se fue de control en los vestuarios.
El partido finalizó más que caliente. Boca cayó por 3 a 1 en la tanda de penales y le dio la clasificación al Atlético Mineiro de Brasil, tras un partido con otro gol anulado al Xeneize de manera polémica.
El ambiente se caldeó a tal punto que los incidentes estallaron en el área de vestuarios. Por motivos que se desconocen, el staff de Boca se trenzó a golpes de puño con la seguridad del club brasileño, a lo que se sumó el plantel de Russo.
La escaramuza llegó a las puertas del vestuario local, desde donde el presidente del Mineiro arrojó botellas de agua a los jugadores de Boca.
Fue allí cuando intervino la policía local, conocida por usar la fuerza en exceso, y reprimió a los jugadores de Boca con gas lacrimógeno aun cuando ya se habían retirado.
El plantel sigue en el estadio esperando salir del estadio ante una posible detención de dos jugadores, el colombiano Sebastián Villa y el peruano Carlos Zambrano, según las primeras versiones.