Una mujer publicó que entre sus alitas de pollo encontró una cabeza entera de gallina. Muchos usuarios salieron al cruce diciendo que se trataba del mismo animal y que «se estaba enfrentando a la realidad».
Una mujer se llevó una enorme sorpresa cuando pidió alitas de pollo fritas de la reconocida cadena de comida rápida KFC, más exactamente en una sucursal de Twickenham, en Inglaterra .
No era la primera vez que comía productos de la marca especializada en pollo frito, por lo cual parecía que sería otra ocasión en la que se deleitara con la comida de la cadena estadounidense.
Sin embargo, quedó perpleja cuando entre las alitas de pollo encontró una cabeza de gallina entera y frita.
La clienta tomó una fotografía de la pieza y lo primero que hizo fue compartirla en las redes sociales, donde muchos otros usuarios se indignaron y asquearon con el hallazgo.
«Encontré una cabeza de pollo frita en mis alitas calientes», escribió al difundir la imagen. La publicación generó un gran debate en torno al consumo de carne, puesto que muchos usuarios aseguraban que la cabeza o la alita eran parte del mismo animal, por lo cual “sigue siendo pollo frito” y era su decisión comerlo.
La empresa lanzó un comunicado asegurando que se encontraban “realmente sorprendidos” por la situación, y que ya estaban investigando los pormenores de lo que llevó a que la clienta encontrara la cabeza en su comida.
«En pocas palabras, servimos pollo real, y estamos orgullosos de eso, pero esto claramente se ha escapado de los estrictos procesos y controles establecidos con nuestros proveedores, socios y equipos, que preparan todo en nuestros restaurantes», dijo un portavoz.
Además admitió: «Es cierto que incluso los planes mejor diseñados pueden, en raras ocasiones, salir mal. Y este es increíblemente raro»
«Es uno que nos hemos tomado increíblemente en serio: ya hemos implementado más medidas con nuestros proveedores y hemos vuelto a capacitar a nuestros equipos para evitar que vuelva a suceder», añadió por último.