Detenido, inhibido y embargado, el otrora poderoso empresario patagónico Cristóbal López sumó un nuevo frente a su cartera de problemas. Uno de los frustrados compradores del Grupo Indalo le pidió a la Justicia que decrete su quiebra personal, mientras le reclama decenas de millones de pesos.
El reclamo lo presentó el abogado Santiago Dellatorre, quien desembarcó en el holding junto al financista Ignacio Rosner, en octubre del año pasado, con promesas de inversiones y negocios millonarios, pero que debió marcharse a fines de marzo, cuando López salió de la cárcel tras un fallo de la Cámara Federal porteña e intentó recuperar el timón de su holding.