“¡¿Usted cree que Tecpetrol puede demostrar que está en crisis?!”. Con esa pregunta en tono exclamativo, rematada con una risa irónica, Guillermo Pereyra, líder del Sindicato del Petróleo, rechazó la posibilidad de que se produzcan despidos o suspensiones en el marco del conflicto entre el Gobierno de Mauricio Macri y las petroleras por el recorte a los subsidios para la producción de gas no convencional.
“Las empresas no pueden despedir ni suspender a ningún trabajador sin antes plantear un procedimiento preventivo de crisis en la Secretaría de Trabajo con la información que demuestre que verdaderamente está en crisis”, completó el secretario general del Sindicato del Petróleo y el Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa la argumentación que sostiene su seguridad respecto de la imposibilidad de que la confrontación derive en la afectación de las fuentes de trabajo.
Tecpetrol dejó trascender que en respuesta al recorte de los fondos que le girará el Gobierno en concepto de subsidio por su producción de gas, bajaría tres equipos de perforación desplegados en Fortín de Piedra, el bloque estrella del último año en Vaca Muerta. Detrás de esa medida se desencadenaría la suspensión de unos 300 trabajadores, según las versiones deslizadas por la petrolera.
Pereyra movilizó el martes a más de 10 mil petroleros a Añelo, ante los que prometió “paralizar” Vaca Muerta en caso de que se produzcan despidos o suspensiones de trabajadores en los yacimientos. Después se produjo la filtración de los planes de ajuste de la actividad de Tecpetrol.
Ramón Rioseco, candidato a la gobernación de Unidad Ciudadana-Frente Neuquino, se metió en la pelea: “Pereyra y (el gobernador Omar) Gutiérrez están actuando para la tribuna, porque saben que estos despidos están en puerta, porque mandar a sus casas a 300 trabajadores en modo stand by son despidos encubiertos, es el resultado de haber firmado la adenda de flexibilización laboral, el pacto social y la extensión de concesión de contratos de explotación sin condiciones”.
De acuerdo con los términos de la resolución 46 acuñada por Juan José Aranguren en su paso por la cartera de Energía, que fueron ratificados en la ejecución de la misma, los subsidios comprometidos con los proyectos gasíferos aprobados por el propio Gobierno para este año insumirían 1300 millones de dólares. En línea con las exigencias del FMI, la administración nacional produjo un recorte hasta los 700 millones de dólares –según publica La Mañana de Neuquén-.