Se realizaron más de 3 mil controles y se retuvieron 27 licencias de conducir por alcoholemia esta Navidad y Nochebuena en la Ciudad de Buenos Aires. Sólo el 0,9% de los conductores dio positivo en los test que se les practicaron, pero dejaron las más insólitas excusas.
“Me da más de lo necesario, pero puedo manejar”, fue tal vez la más desopilante que una conductora le dijo a los agentes de tránsito tras que le haya dado 0,77 de alcohol en sangre (0,50 es el permitido).
Otra conductora expresó: “Estoy a una cuadra de mi casa”, cuando le dio 1,18 de alcohol en sangre.“No importa, si yo estoy bien puedo manejar”, dijo un acompañante cuando al conductor le había dado positivo de alcoholemia, pero es sabido que no hay cese al volante cuando el control es positivo por alcohol.