El titular de Petroleros Privados, Guillermo Pereyra, convocó a una reunión para pedir la exclusión de un artículo del convenio que flexibilizó las condiciones laborales en Vaca Muerta. Se trata de la eliminación del cuarto hombre en boca de pozo. Apunta a la operadora YPF por la aplicación.
Las caprichosas picadas que recorren los yacimientos suelen guardar mucho más que historias de trabajo y anécdotas del mundo petrolero. Muchas veces son el laberinto para que no salgan a superficie temas sustanciales de la actividad. Eso ocurrió días atrás cuando un grupo de operarios de Quintana paralizó dos equipos de perforación para rechazar la eliminación del cuarto hombre en boca de pozo.
Se trata de uno de los artículos del convenio que flexibilizó las condiciones laborales para Vaca Muerta. El escrito, firmado por el gobierno, los sindicatos y las compañías, establece que los trabajos de perforación se podrán realizar con tres “boca de pozo” por turno, en vez de los cuatro que se utilizaron históricamente.
El titular del sindicato de Petroleros Privados, Guillermo Pereyra, anticipó que solicitará la puesta en funciones de la mesa intersectorial que creó la adenda laboral para exigir la eliminación del cuestionado artículo. El planteo no deja de ser llamativo ya que el petrolero firmó y apoyó el acuerdo sellado en enero.
En diálogo con “Río Negro” señaló que fue él quien impulsó la medida de fuerza, posteriormente levantada por una conciliación obligatoria del ministerio de Trabajo. De esta manera desacreditó las versiones que aseguran que los operarios se habían rebelado.
Pereyra apuntó contra YPF y dijo que el conflicto se originó porque la operadora nacional pidió a sus contratistas comenzar a cumplir con todos los puntos de la adenda desde el 1 octubre. “Esto no puede ser de aplicación retroactiva”, dijo el sindicalista y cuando se le consultó de qué manera se aplicaba retroactivamente agregó “que sólo se acordó para nuevos proyectos, pero de todos modos vamos a pedir su derogación”.
El último dato oficial disponible, a junio de este año, indicaba que la provincia contaba con 31 torres de perforación activas. Los equipos funcionan con cuatro turnos, por lo que de aplicarse la medida se eliminarían 120 puestos de trabajo en la Cuenca Neuquina.
“Lo principal que se reclamaba está funcionado muy bien. Tenía que ver con la productividad en los sets de fractura, hace unos días estuve con el gerente de Schlumberger que vino a felicitar a los operarios porque en un mes completaron 100 etapas y antes se llegaba a 20 ó 30”, explicó el gremialista.
Si bien no confirmó cuando se reunirán con las partes, señaló que no necesita la autorización del Gobierno Nacional porque el convenio establece la puesta en marcha de la mesa con sólo la convocatoria de una de las partes.
La adenda laboral es una de las medidas más referenciadas a la hora de salir a pescar inversiones para Vaca Muerta. Junto con la extensión de los subsidios al precio del gas, fueron las principales políticas impulsadas por Nación para el desarrollo de los no convencionales neuquinos.
El paquete de cambios laborales, que derivó en una flexibilización de las condiciones, incluyó los contratos a término, el recorte de las plantillas de personal, cambios en los esquemas de trabajo, eliminación de las horas taxi y ajustó las condiciones de operación nocturna y con viento. Según las compañías más allá de la baja de costos que permite, que ronda entre un 8 y 10 por ciento, establece un esquema de reglas claras para las operaciones con las que se busca optimizar los tiempos y mejorar la productividad.
