Por LUIS ALFREDO DUPUY
Quizás sea tiempo de reflexionar y analizar si en Chubut fallaron los controles del sistema democrático del Estado. Es muy difícil entender este presente cuando se suponía que todo estaba bien según el Modelo que llega a su fin en pocos días más, y nos deja entre otros recuerdos el Proyecto Ingentis, convertido en la “tranquera” más cara del mundo.
En los últimos ocho años, el Gobierno de Mario Das Neves dispuso de unos veintiocho mil millones de pesos, si se suman los presupuestos anuales de sus dos períodos como Gobernador del Chubut.
Esta enorme cantidad de dinero no fue utilizada de la mejor manera, y como correspondía para beneficio de todo el pueblo del Chubut, que una vez más es a quien le toca perder, y por supuesto pagar, entre otras cosas un déficit que rondaría los dos mil seiscientos millones de pesos según dichos del próximo Intendente de Comodoro Rivadavia, Néstor Di Pierro, y no desmentidos por el gobierno.
Lamentablemente las sospechas de corrupción de la actual gestión aumentan a diario y en los diferentes niveles, de un gobierno que perdió toda credibilidad, y esto quedó de manifiesto de manera definitiva en el último acto eleccionario.
Hasta no hace mucho era impensado que públicamente y en todos los medios de comunicación provinciales, se escucharan tantas voces denunciando y criticando decenas de actos de gobierno que no serían correctos, honestos y justos.
Que el ex Presidente del Partido Justicialista del Chubut, y ahora Presidente del Bloque del Frente para la Victoria, el Ingeniero Javier Touriñan le pida públicamente a Mario Das Neves que explique qué hizo con los ciento veinte millones de dólares que Pan American Energy entregó para la reconversión económica de la provincia y el mejoramiento para la Cuenca del Golfo San Jorge, o que Chubut Deportes transparente los números de su política de subsidios a entidades y particulares, son realidades de la política provincial que hasta no hace mucho tiempo eran imposibles de imaginar para los conciudadanos y especialmente analistas políticos, observadores y periodistas.
Hasta hace meses atrás eran escasas las voces que se animaban a pedir explicaciones sobre aspectos varios. Informes que en la mayoría de los casos aún no se brindan y se siguen ocultando. Por ejemplo el sensible tema del I.P.V., instituto sobre el que existen muchísimas sospechas de corrupción, y donde sus autoridades no quieren dar a conocer los listados de beneficiarios de las 16.000 viviendas que dicen haber entregado en estos ocho años. O por caso qué pasó con el Proyecto Ingentis, que a hoy es solo la “tranquera” más cara del mundo.
Esta gestión que aún no termina y que sin lugar a dudas nos puede demandar varias “sorpresas” antes del 10 de Diciembre, y más grandes aun cuando la Justicia avance en una innumerable cantidad de causas que seguramente se abrirán, se ha caracterizado por ser el gobierno del ”power point”. Una gestión que con su política comunicacional nos saturó con miles presentaciones institucionales y una profusa, masiva y cuestionada utilización de la publicidad, para crear la imagen de un Modelo Chubut, próspero, feliz, y exitoso. Pero que solo ingresó en la mente de quienes “compraron” lo que les vendió Das Neves.
Este gobierno que está en una desordenada retirada y donde muchos funcionarios estarían tratando de hacer desaparecer documentación que los pueda comprometer a futuro si son investigados como correspondería por la Justicia, sin embargo hizo algunas pocas cosas que merecen ser destacadas.
Quizás fue por ambición de poder, ya que pretendía ser Presidente de los Argentinos, pero hay que rescatar por ejemplo que Mario Das Neves, podría haber impulsado una reforma Constitucional que le permitiera acceder a un tercer mandato consecutivo, y no lo hizo a Dios gracias.
Sin embargo no todas las acciones que ahora se critican son responsabilidad única y exclusiva del Poder Ejecutivo que se termina. Está claro que muchos de los actos de desgobierno que se han cometido y los que puedan acontecer hasta el 10 de Diciembre inclusive, podrían haberse evitado si los diferentes mecanismos de control democráticos hubieran sido eficaces.
¿La Legislatura del Chubut, no supo, no quiso o no pudo cumplir con su misión de contralor? Y de la Justicia Provincial qué decir. El Tribunal de Cuentas Provincial, ¿no tenía nada para observar? La Oficina Anticorrupción y la Defensoría del Pueblo, ¿cumplieron adecuadamente sus misiones?
En la historia de nuestra provincia, nunca antes como ahora, el pueblo está manifestando su sentir de haber sido estafados moralmente. Expresando su desilusión y bronca por el fracaso de un gobierno que tenía todas las condiciones a favor para poder haber hecho una verdadera y duradera transformación en la calidad de vida de los escasos quinientos mil habitantes del Chubut.
Triste final para un largo período de poder hegemónico y bonanza económica para algunos muy cercanos al poder despótico de Mario Das Neves. Chubut podría estar muy bien pero la realidad nos indica que no es así. Lástima que una vez más el pueblo perdió.
