Un piloto estaba junto a su instructor en pleno vuelo cuando ocurrió el incidente fatal. Apenas después de despegar en el aeropuerto de Blackpool, el piloto dejó caer su cabeza hacia atrás, y el copiloto que estaba aprendiendo, pensó que sólo “quería hacer una siesta”. Como se mantuvo así hasta el aterrizaje, calculó que se trataba de una broma.
Sin embargo, terminó recostado sobre su hombro, lo que recién al final le dio la pauta de que la situación era más grave de lo que había imaginado.
El piloto murió durante el vuelo, y el copiloto pensó que estaba bromeando
El copiloto declaró para la investigación que de verdad pensaba que era una simulación. En el avión había más personas a bordo, porque el instructor había pedido apoyo por el viento fuerte del día. Así como el copiloto lidiaba con la “broma” del instructor terminando el circuito, la pareja conversaba normalmente.
Antes del que sería su último vuelo, el piloto estaba contento, aseguraron sus acompañantes. Con casi 9000 horas de vuelo en su vida, falleció en el aire haciendo lo que más le gustaba. Sufría de presión alta, pero estaba dentro de los límites posibles y nadie podía imaginar el desenlace. y para nada esperaban que sucediera algo como esto.
El instructor tenía 57 años, poseía licencias de piloto comercial y habilitaciones incluso como instructor de vuelo. Fue empleado como instructor senior a tiempo completo.