Las personas que se bañaban en las aguas del mar, al ver el implante mamario, se asustaron porque pensaron que era un aguaviva.
En la playa de Jicacal, estado de Veracruz, México, un grupo de personas se llevó una sorpresa. Encontraron en la arena un objeto transparente y redondo, por lo que pensaron que se trataba de un aguaviva; nadie hubiese imaginado que, en realidad, se trataba de un implante mamario, publica Mitre.
Cuando se acercaron para sacarle una foto a lo que creían un ser vivo, se dieron cuenta que no era más que una silicona. Esta confusión los llevó a compartirla en Internet, y la historia se viralizó.
Lo que llama la atención es cómo pudo haber llegado el implante a la costa, ya que estas se colocan dentro de las mamas; a diferencia de las prótesis que se colocan debajo del corpiño y que tienen otra apariencia. Sin embargo, y lamentablemente, en el mar se puede encontrar cualquier tipo de objetos y residuos.
Pero para los bañistas su hallazgo fue aliviador, porque de haber sido un aguaviva, hubiese implicado un peligro: su picadura es muy dolorosa y puede causar lesiones que duran hasta varios días.
En el agua puede haber varias sorpresas. En Estados Unidos, un grupo de pescadores hallaron una especie que estaba en peligro de extinción. Se trataba de, nada más y nada menos, que un esturión “bestia”.
Pesaba más de 100 kilos, y es un tipo de pez que se remonta a más de cien años. Y si bien se pueden pescar en algunas regiones de aquel país, llamó la atención su tamaño.