La Ministra de Salud confirmó que el país se encuentra en estado de alerta por el récord de casos y admitió que la situación actual genera preocupación.
Con el crecimiento exponencial de casos de coronavirus en el país, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, confirmó que Argentina comenzó a transitar «la segunda ola» de contagios y dejó claro que «el lugar en el que se están generando contagios es en el ámbito social» y «no en fábricas o en aulas», donde las actividades «se rigen con protocolos».
«Creemos que empezamos la segunda ola, con un aumento sostenido de casos, lo que genera preocupación«, dijo Vizzotti en diálogo con la radio AM530.
En este sentido, la funcionaria afirmó que «las actividades con protocolo no son fuentes de contagios sino las reuniones sociales en lugares cerrados, sin ventilación, con proximidad y sin distanciamiento».
«Sabemos que las actividades productivas con protocolo no son la fuente de infección, entonces cerrarlas sin transmitirle a la población que la fuente de infección son las reuniones sociales, nos va a dejar con la misma cantidad de casos, pero sin producción«, resumió.
Del mismo modo dijo que los contagios «no están en el aula, sino cuando se juntan después de clases porque no se ven hace un año».
Por este motivo la funcionaria sostuvo que el Gobierno apunta a «minimizar esas situaciones, y tomar medidas para desalentar las reuniones» de este tipo, pero es necesario hacerlo en forma «precoz».
Recordó que es en «los grandes aglomerados urbanos» donde siempre empiezan a aumentar los casos, y que no hay que olvidar que «ningún país ha podido interrumpir la circulación del virus».
También reconoció que existe preocupación en cuanto al aumento de casos que requieren internación en unidades de terapia intensiva, que ha subido en «100 casos por día» en los «últimos tres días en todo el país».
Respecto a las nuevas variantes de la enfermedad, explicó que lo que saben es que «son más transmisibles y más letales», pero que no se tiene aún en claro si es por el tipo de carga viral o si es porque, al desbordar el sistema de salud, la mortalidad aumenta por la falta de capacidad de atención a tiempo.