La provincia figura entre aquellos distritos que desaceleraron la tasa de crecimiento demográfico respecto a una década atrás.
Los datos provisorios que se dieron a conocer por el Censo 2022 sirven como una radiografía de la provincia y surgen como una oportunidad única de desarrollo de políticas públicas orientadas a las nuevas necesidades a las que se le dio luz.
El crecimiento poblacional de la provincia en una década estuvo en el orden del 18%, valor que estuvo por encima de la media a nivel país, aunque ubicó a Chubut entre las provincias del medio en cuanto a su expansión demográfica.
Uno de los datos que sobresale y en los que se hace hincapié desde la Federación Empresaria del Chubut (FECh) es que la provincia estuvo entre aquellas pocas jurisdicciones que mermó su tasa de crecimiento poblacional, al hacer la comparación con los registros del Censo 2010.
“Pero si los guarismos obtenidos en base a las estadísticas oficiales no se utilizan como materia prima para diseñar las políticas públicas aggiornadas para el crecimiento de Chubut, lo más probable es que dentro de 10 años con el próximo Censo los problemas de estancamiento en la producción se acentúen aún más”, sostuvieron las cámaras nucleadas en la FECh.
Lo reflejado por el Censo si bien son datos provisorios, delimita un mapa sobre lo que ocurre en distintos puntos del país y no debe pasar por alto para los gobernantes. Las primeras reacciones evidenciaron a nivel local un descreimiento frente a lo reflejado, antes que un análisis a conciencia de lo que está marcando el relevamiento.
“Y es imprescindible que la información provista sea un punto de inflexión para implementar las políticas públicas que necesita la provincia, y no sea tomado como un terreno de disputas y posicionamientos políticos”, analizaron desde la cúpula de la Federación Empresaria.
A nivel país, entre los 15 departamentos que tuvieron caídas porcentuales en su población aparecen tanto la zona de Gastre, como el de Mártires, a consecuencia de la migración por falta de oportunidades productivas.
Y lo ocurrido en Chubut también va a contramano de lo que pasó en otras localidades de Patagonia, teniendo en cuenta que Tierra del Fuego, con una tasa de casi el 50% de expansión, Neuquén con el 31,8% y Santa Cruz con el 21,7%, estuvieron entre las cuatro primeras jurisdicciones con mejor desempeño.
Situación a parte la que se visualiza con el yacimiento de Vaca Muerta en Neuquén, donde el pueblo de Añelo aparece segundo entre los distritos de mayor crecimiento del país, en relación estrecha a la posibilidad de un proyecto de desarrollo y fuertes inversiones que han acompañado en los últimos años.
Hoy lo que ocurre en Neuquén es la contracara de Chubut. Y ello está directamente vinculado al estancamiento económico que ha evidenciado la provincia en las últimas décadas, tal como fue reflejado por la CEPAL.
El sector petrolero ya ha marcado su preocupación acerca de la migración de las inversiones de la centenaria Cuenca del Golfo San Jorge hacia la nueva estrella neuquina con hidrocarburos no convencionales.
Este hecho, no hace más que evidenciar las visibles diferencias de desarrollo que hoy también se están dando dentro de la región de la Patagonia, con divisiones bien marcadas en cuanto a las políticas de desarrollo y las decisiones de inversión.
Por otra parte, no deja lugar a dudas de que el futuro de Chubut tiene que ser el de la transición energética, aprovechando las potencialidades de recursos para atraer las inversiones, ampliar la matriz productiva y poner en marcha el circuito dentro del sector privado.
Todo ello debe estar acompañado de condiciones favorables para la radicación en la zona, con incentivos y con la resolución de problemas clave como la gestión que se está llevando con CAME para la reducción de los costos laborales.