Hay una gran disputa en el oficialismo ya que en la provincia de Córdoba acusaron recibo de la presión de la Casa Rosada para evitar que la fórmula se dirima en las urnas. Marcos Peña reunió a la mesa del PRO y pidió un acuerdo para que la fórmula se defina por encuestas. Mestre pide internas y temen que el conflicto afecte a Macri. En esta provincia, quieren consensuar el acompañamiento de ‘Nacho’ Torres a la candidatura de Gustavo Menna.
Ni el desdoblamiento en la provincia de Buenos Aires ni los ejes de la campaña presidencial. El tema que acaparó buena parte de la agenda durante el primer encuentro del año de la mesa política del PRO fue la feroz interna que se vive puertas adentro de Cambiemos en Córdoba.
Es que, antes del cónclave, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se reunió con la cúpula amarilla de ese territorio y advirtió que, lejos de acercarse a una definición, las diferencias se acentúan, lo que genera inquietud a la Casa Rosada, por el impacto que puede tener en la contienda nacional.
Luego de escuchar algunos reproches cruzados, Peña fue claro frente a la mesa del PRO Córdoba, liderada por su presidente, el legislador Darío Capitani, y la senadora Laura Rodríguez Machado, y los diputados Gabriel Frizza y Héctor Baldassi.
«La solución nos la tienen que traer ustedes a nosotros. Pónganse de acuerdo», les dijo, en el edificio de calle Balcarce y Belgrano, tras repasarle las encuestas. Y jugó una carta sobre la mesa: planteó que de mantenerse esta situación, convocaría a la mesa de Cambiemos a nivel nacional para que se expida al respecto «y ordene».
Según pudo saber Clarín, Peña dijo que el jefe del interbloque de Cambiemos en Diputados, el radical Mario Negri, asoma mejor que su correligionario Ramón Mestre, y se potenciaría si Baldassi lo acompaña en la fórmula como vice; pero cree que lo mejor es no intervenir en la disputa.
Al mismo tiempo sucede que Mestre, cuyo entorno confirmó a este diario que desde diciembre no tiene contacto con la Casa Rosada, se mantiene firme en su intención de ir a una interna y no parece dispuesto a negociar para bajar su candidatura.
Con todo, no es novedad que Mauricio Macri prefiere que no haya interna, aunque en la Rosada ya se vibra resignación por la dilación en un acuerdo entre las partes para fijar pautas claras para competir: «Sabemos que va a haber heridos, pero tampoco que sea un hospital de cara a agosto», sostienen en el Gobierno.
El tema genera incertidumbre a la cúpula PRO. Es que en el encuentro posterior del que además de Peña participaron el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; su vice, Diego Santilli; el senador Humberto Schiavoni; el vicepresidente de la Legislatura, Francisco Quintana; y los secretarios Fernando de Andreis (Presidencia) y Sebastián García de Luca (Interior); se habló de trazar una campaña «muy corta» a nivel nacional y de evitar subirse al ring antes de tiempo para no inflar a la oposición.
«Lo de Córdoba, por ser un distrito grande y clave para Mauricio en 2015 puede ser un mal precedente», lamentan.
En ese sentido, algunos popes partidarios aprovecharon la reunión para lanzar dardos contra el intendente de Neuquén, Horacio «Pechi» Quiroga; por la escasa presencia de «amarillos» en la lista de su candidatura a la gobernación y reclamaron que la UCR no repita este modus operandi otras provincias.
En Chubut, por lo pronto, estaría el terreno preparado para que nada de eso ocurra: Peña quiere asegurarse que el macrista Ignacio Torres, director de la Fundación Pensar en esa provincia, sea el compañero de fórmula del radical Gustavo Menna: «Son los que más miden», razonan los operadores macristas.
Ese formato, creen, es el ideal para zanjar las diferencias. En Córdoba, por ahora, no es suficiente.