Elogio de la corrida: «no hay mal que por bien no venga», consideró el presidente del Banco Central al referirse a la devalución record del peso frente al dólar en las últimas semanas. Además, destacó como algo positivo que la corrida cambiaria «nos obligó a ir a pedir el crédito al Fondo Monetario, que nos da mucha mayor certidumbre».
«Yo creo que de mediano y largo plazo no hay mal que por bien no venga. Es lo mejor que nos pudo haber pasado. Esto nos obligó a ir a pedir el crédito al Fondo Monetario, que nos da mucha mayor certidumbre, particularmente con el financiamiento», sostuvo el presidente del Banco Central, Luis Caputo, en declaraciones radiales hechas esta mañana. Aseguró que «vamos a una política fiscal y monetaria más consistente, en el mediano y largo plazo esto va a ser lo más positivo que nos podría haber pasado».
Los dichos de Caputo se suman a las entrevistas que brindó a algunos diarios, en las que realizó un intento retórico por generar confianza en los mercados. Alli negó que hubiera “atraso cambiario” y sostuvo que la jornada de ayer en que el dólar subió a 28,46 pesos fue “fantástica”. Además, interpretó que el aumento de las tasas de interés al récord de 47 por ciento fue “un mensaje potentísimo” del Gobierno al mercado y aseguró que las oscilantes metas de inflación se van a cumplir porque “le pusimos fin a la maquinita”. Garantizó también la continuidad de la flotación cambiaria y hasta dijo que su antecesor en el cargo, Federico Sturzenegger, hizo un “supertrabajo”.
La particular lectura de la crisis económica fue hecha por Caputo durante sendas entrevistas a los diarios La Nación y Clarín, en las que aseguró que la Argentina está “en una transición a una mayor estabilidad cambiaria”. Durante la charla en que la se refirió a sus primeros dos días como máximo responsable del BCRA, apuntó que “ahora va a haber más cohesión” fiscal y aseveró la flotación del valor de la divisa estadounidense no fue un requisito del Fondo Monetario para firmar el acuerdo stand by por 50 mil millones de dólares.
A pesar de que el manejo de la política cambiaria consta en la carta de intención firmada con el organismo, Caputo sostuvo que “el Fondo no nos pide ninguna depreciación real de la moneda” aunque reconoció que, obviamente, el organismo “está contento con la política de un tipo de cambio flotante”.
Luego se refirió a su decisión de elevar las tasas de interés a la cifra récord del 47 por ciento, una medida que sostuvo la renegociación de Lebacs a costa de planchar la alicaída actividad de las pymes y asestarle un duro revés al resto de la actividad productiva. Sin bien reconoció que esa suba podría generar un efecto nocivo en el sector productivo, su reacción fue: “Nos solidarizamos con las pymes pero, por la situación en la que estábamos la semana pasada, la prioridad era normalizar”. Aunque no explicó qué.
No obstante, prometió que la administración de Cambiemos les “ayudará” a las pequeñas y medianas empresas. “Con algo regulatorio”, esbozó.
Al referirse a las Lebacs, evaluó que la renegociación de ayer “salió un poco mejor de lo que estimábamos” y que eso fue porque el Gobierno dio “un mensaje potentísimo” al mercado. “Las tasas subieron naturalmente porque cerramos los grifos para no financiar al que eventualmente quiera ir al dólar”, explicó después y anticipó que su meta es cancelar el pago de esas letras en los próximos tres años o antes. “Tenemos tiempo y para hacerlo necesitamos financiamiento”, definió.
En otro tramo de la charla negó que hubiera habido “mala praxis” del BCRA para estabilizar la corrida cambiaria de principios de mes. Parafraseando al presidente Macri cuando dijo que ese cimbronazo fue “porque pasaron cosas” que no dependieron de su administración, Caputo dijo que “hubo muchos factores” que produjeron esa crisis. “Son circunstancias que pasan”, agregó y puntualizó que no tiene “nada que reprochar” a su Sturzenegger, cuya gestión terminó con una pérdida de reservas de alrededor de 13 mil millones de dólares en lo que va del año. “A mí me parece que ha hecho un supertrabajo”, cerró Caputo.
En lo que a él respecta como la mano derecha financiera del presidente Macri, su labor será la de “darle certidumbre al mercado”. “Mientras no veamos disrupciones no hay problema”, añadió y anunció que “vamos a tomar medidas. Tengo varias cosas en carpeta”, subrayó. Pero no dijo cuáles.