El presidente de los EEUU prometió ante la ONU ayudar al pueblo de Libia para encontrar «la libertad y la dignidad que merece». Advirtió que restan todavía «días difíciles por delante». Antes, el líder del Consejo Nacional de Transición informó que murieron 25.000 personas por la represión.
La liberación de Libia representa un modelo de cómo debe actuar la comunidad internacional en el siglo XXI, afirmó hoy el presidente de los EEUU, Barack Obama, que agregó que se abre» un nuevo capítulo» en la historia de ese país.
En un discurso que pronunció hoy en una reunión de alto nivel en la sede de la ONU para tratar el futuro de Libia, y divulgado con antelación por la Casa Blanca, Obama indicó que la liberación de Libia «representa lo que podemos lograr cuando actuamos unidos».
La intervención internacional en aquel país, agregó, «muestra cómo la comunidad internacional debería funcionar en el siglo XXI: más países que acarreen la responsabilidad y los costes de hacer frente a los desafíos globales».
La resolución de la ONU que establecía un mandato para proteger a los civiles en Libia, que permitió a su vez la intervención militar aliada, «fue lo correcto», indicó Obama, en referencia a las críticas que suscitó en su momento aquella decisión.
El mandatario norteamericano, que participó en la reunión tras reunirse con el líder del Consejo Nacional de Transición libio, Mustafá Abdul Jalil, explicó que pese al triunfo militar de los rebeldes aún queda mucho por hacer y si el régimen del dictador Muammar Khadafi ha caído, sus fuerzas aún mantienen algunos enclaves.
Todavía quedan «días difíciles por delante». «Al igual que el mundo los apoyó en su lucha por la liberación, los apoyaremos en su lucha para lograr la paz y la prosperidad que la libertad puede traer», subrayó.
Así, indicó, la misión de la OTAN continuará «en tanto el pueblo libio continúe amenazado» y la ONU participará en la ayuda humanitaria.
Según anunció Obama, el nuevo embajador de los EEUU ante Trípoli se encuentra ya en camino para reabrir la legación que quedó cerrada al comienzo de la insurrección.
Será necesaria también una «transición democrática pacífica, inclusiva y justa», en la que se establezcan partidos políticos, una constitución que sostenga el Estado de Derecho, una sociedad civil fuerte y unas elecciones libres e imparciales por primera vez en la historia del país.
Los EEUU y la comunidad internacional cooperarán también para lograr la prosperidad libia y, tras levantar las sanciones impuestas al régimen de Khadafi, establecerán «nuevas alianzas para lograr el potencial» económico del país, prometió.
«Al pueblo de Libia: ésta es su oportunidad. Y lo que el mundo dice hoy, en una voz inconfundible es que los apoyaremos en su aprovechamiento de este momento de promesas. Los apoyaremos en su búsqueda de la libertad, la dignidad y la oportunidad que se merecen», concluyó.