Para unos comienza otro invierno sin servicio de gas, por lo que deben calefaccionarse y muchas veces cocinar utilizando madera para encender el fuego. También, la situación de pandemia que empeoró la crisis económica en la que se encontraba sumergido el país, pudieron obtener alimento gracias a la donación de la «Agrupación Isabel». Por otro lado, la Saladita volvió a funcionar con nuevo protocolo y varios comodorenses pudieron volver a sus actividades.
La mañana del domingo encontró a una enorme cantidad de comodorenses que formaban una larga fila para obtener 7 u 8 kilos de papa de los 35 mil que puso a disposición la Agrupación Isabel para las personas en situación de vulnerabilidad. Mientras, en otro sector de Comodoro, más exactamente en las costas, muchos ciudadanos pescaban para obtener alimento mientras eran estrictamente controlados por el municipio.
Al mismo tiempo, la Municipalidad anunciaba la distribución de leña para familias que no tienen servicio de gas y deben calefaccionarse como se hacía añares atrás, de cara a otro frío invierno. Decenas de comodorenses residentes en distintos sectores de la ciudad, denunciaron en las últimas semanas la ausencia del servicio de gas, lo que complica su vida cotidiana y obliga a realizar gastos elevados para poder calefaccionarse, cocinar o higienizarse.
«Equipos municipales trabajan en la separación y distribución de leña para vecinos de la ciudad», anunció la Municipalidad en Twitter (@comodoroMCR).
Durante las primeras horas del domingo, también tuvo lugar el regreso de la feria popular La Saladita, cuya reapertura significó la vuelta al trabajo para cientos de personas que subsistían en base a lo comerciado allí, ya sea para la venta o para la compra. La jornada dominical encontró al predio ubicado sobre la calle Los Perales repleto, luego de varias semanas en las que los feriantes no percibieron los ingresos que les significaba el plato de comida de todos los días. Por esta razón, trabajadores de la feria realizaron ollas populares en el sector, en las que se brindaban hasta 500 porciones por domingo.
La reapertura de actividades comerciales y de la feria popular significó un alivio para miles de familias comodorenses que, incluso antes de la pandemia, se encontraban en situación de vulnerabilidad. Asimismo, durante el tiempo que se encontraban totalmente paralizadas sus actividades, encontraron en las ollas populares, comedores solidarios y donaciones de agrupaciones, el plato de comida de todos los días. Aunque muchos siguen aguardando respuestas -y acciones- para poder contar, luego de muchos años en algunos casos, la conexión de gas que les signifique una mejora en la calidad de vida y el ahorro del dinero que hoy destinan a recargar garrafas y comprar leña para calefaccionarse.
