Brasil será desde enero próximo el vigésimo cuarto país de la alianza OPEP+ que integran, por una parte, los trece socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y, por otra, las diez naciones productoras aliadas, entre ellas Rusia, Kazajistán y México.
La alianza «OPEP-No/OPEP», conocida también como «OPEP+», se selló en 2016, cuando se acordó retirar del mercado 1,8 millones de barriles diarios para apuntalar el valor del barril que se había desplomado por un exceso de la oferta.
La organización se declaró entonces incapaz de controlar por sí sola los precios del crudo que se habían desmoronado por el auge del petróleo de esquisto en Estados Unidos y entabló la alianza OPEP+, con el 60 % de la producción mundial de crudo, publicó Clarín.
La alianza se formó entre la misma OPEP y diez naciones productoras aliadas que no son miembros del cartel: Azerbaiyán, Bahréin, Brunéi, Kazajistán, Malasia, México, Omán, Rusia, Sudán y Sudán del Sur.
Por su parte, la OPEP fue creada en septiembre de 1960 en Bagdad durante una conferencia organizada por varios países para responder al descenso del precio oficial del crudo fijado por las siete grandes compañías distribuidoras que dominaban entonces el mercado del petróleo.
Los trece países miembros de la OPEP son, por año de adhesión: Irán (1960), Irak (1960), Kuwait (1960), Arabia Saudí (1960), Venezuela (1960), Libia (1962), Emiratos Árabes Unidos (1974, Abu Dhabi 1967), Argelia (1969), Nigeria (1971), Angola (2007), Gabón (1975-1996 y 2016), Guinea Ecuatorial (2017) y la República del Congo (2018).
Indonesia, que se había incorporado en 1962 al organismo, abandonó la organización el 1 de enero de 2009 por haberse convertido en un importador neto de petróleo.