Hassan Jassim tiene 47 años y se volvió el centro de atención en una de las áreas más ricas de Qatar.
Hassan Jassim bajó de su Corvette, saludó muy amablemente a un hombre aparentemente conocido por él y se sentó en la mesa de un coqueto café qatarí. Desplegó un tablet de gran tamaño, pidió un agua sin gas junto a un café y contempló el fenómeno que había generado.
Estacionó su vehículo de manera estratégica frente a la Plaza Andalucía, en la lujosa zona de The Pearl. Su propósito estaba claro: ser testigo de un revuelo fotográfico que él mismo había causado. Desde su más absoluta tranquilidad observó a las decenas de personas que se acercaban a su auto para chequear lo que de lejos parecía no ser verdad.
“Pagué US$500.000 por el vehículo y US$3500 por el ploteo. Pero lo que gasté no significa nada para mí, porque aparte tengo una Lamborghini que también la diseñé de la misma manera”, expresó.
Jassim decidió colocar alrededor de sus autos figuras y fotografías de futbolistas y exfutbolistas íntimamente relacionados con el Mundial. Entre ellos se destacan Lionel Messi, Diego Maradona, Ronaldo, Neymar y Luis Suárez, además de otros.
“La vida es súper buena en Qatar. El emir se preocupa por la gente, aquí la electricidad, la escuela, el hospital son gratuitos. No puedes encontrar en ningún otro país la vida que hay en Qatar”, sostuvo.
El banquero de 47 años contó que ploteó los automóviles porque es un aficionado del fútbol y que asistirá a muchos partidos durante la competencia.
“Estoy seguro de que será súper increíble. Espero que Argentina gane el torneo. No tengo dudas de que el próximo campeón del mundo será Argentina o Brasil”, destacó.
Orgulloso de su creación, Jassim no tuvo inconvenientes en aceptar la entrevista e incluso invitar un café para dialogar sobre la intervención de su Corvette, al cual le estampó “Fifa World Cup Qatar 2022″ en el parabrisas.
Fanático de los autos, sonrió cada vez que algún turista o local lo retrató y hasta exhibió con orgullo en su teléfono los otros vehículos que guarda en su casa.
En relación a la vida en Qatar, se mostró de acuerdo con la decisión de que ningún bar o restaurante venda alcohol. También acerca de la prohibición de beber en la vía pública.
“El problema es que no están acostumbrados a cómo vivimos en esta país. Aquí no se permite beber en la calle, en donde las familias pasean junto a sus niños. Sí se permite beber en los bares de los hoteles, entonces se puede tener una vida normal pero en otro sitio”, completó.
