Ese colectivo de Comodoro Rivadavia puso en el tapete la situación que marcan los primeros relevamientos y expusieron que de acuerdo a lo planeado originalmente, las intenciones están lejos de cumplirse, al menos por el momento.
“Si bien la promesa de las autoridades fue que la presencialidad volvería a ser la regla, los primeros relevamientos del colectivo Padres Organizados dan cuenta de una presencialidad limitada: solo 3 de cada 10 escuelas permiten que sus alumnos asistan todos los días, un rato”, indicaron.
Y agregaron que “además, se visibiliza una disparidad marcada: quienes uno presume que más tiempo deberían pasar en la escuela -los chicos de bajos recursos- parecen ser los que menos tiempo lo hacen”.
“La brecha de presencia en las escuelas públicas y las privadas es enorme: mientras que en la gestión estatal, solo el 7% de los padres informó que sus hijos asisten de lunes a viernes, esa respuesta alcanza al 45% en la privada”, explicaron por redes sociales.
En ese marco, comentaron que “en nivel inicial el promedio de clases está entre 3 y 4 hs, pero solo la mitad de los establecimientos asegura una asistencia diaria. En primaria solo 3 de cada 10 escuelas da lecciones en las aulas de lunes a viernes, mientras que en secundaria apenas el 26%”.
María José Navajas, de Padres Organizados, señaló: “no vemos interés de parte de las autoridades en generar información del regreso a clases presenciales. Es una muestra imperfecta, pero creemos que sirve para evidenciar desigualdades previas en el acceso a la educación”.
Por su parte Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO, expuso: “los protocolos elaborados son los que legitiman esta puesta en escena que posiblemente baje la ansiedad de padres y alumnos, pero no alcanza para garantizar la escolarización de los alumnos”.
“Los protocolos están en el centro del debate. En las pautas que se aprobaron en todo el país, la distancia obligatoria dentro del aula es de 1,5 metros, lo cual es uno de los principales impedimentos para sumar tiempo de clases”, recordaron.
“No obstante -continuaron- hace dos semanas los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recomendaron acortar la distancia a 91 centímetros (una yarda) ya que demostraron que los salones de clase no eran focos de contagio”.
Desde Padres Organizados asumieron que “de cara al mediano plazo no está en los planes revisar los protocolos en el Consejo Federal de Educación. Incluso, si bien el propio ministro Nicolás Trotta descartó el cierre escolar, la llegada de la segunda ola de Covid-19 genera incertidumbre en las familias”.
Según Gustavo Iaies, director del Centro de Estudios en Políticas Públicas (CEPP), podemos visualizar dos faltas: en primer lugar, “que los chicos deberían ir todos los días a la escuela y no están yendo”. En segundo lugar, la falta de información sobre los aprendizajes: «No saber cuánto están aprendiendo, cuánto no y cómo. La presencialidad que tenemos hay que transformarla en resultados de aprendizaje”, planteó.
