Estela requiere una sonda para alimentarse y preparar su cuerpo para el tratamiento de quimioterapia que está pronta a afrontar. Sin embargo, lleva varios días sin respuestas del Hospital Regional que continúa postergando la cirugía por la aparente falta de recursos. “Soy una paciente oncológica que no puede esperar más”.
Un cáncer gástrico agresivo deteriora la salud de Estela Remolcoy, una mujer de 55 años que está próxima a someterse a un tratamiento de quimioterapia que viene siendo postergado por falta de insumos descartables para los médicos del quirófano en el Hospital Regional.
Con el fin de fortalecer su cuerpo para atravesar el tratamiento, ordenaron con urgencia la colocación de un Port-a-cath subcutáneo en el pecho y una sonda que va de la nariz al intestino para alimentación.
La sonda fue colocada en una primera instancia pero su cuerpo solamente la soportó dos días y al tercer día la despidió por muchas descomposturas. “Normalmente al otro día o en ese mismo día tendrían que habérmela vuelto a colocar, pero esto sucedió hace una semana”, narró Estela a El Comodorense Radio.
Desde entonces lleva una dieta líquida de gelatina, té y caldo. Sin suero y sin alimentación vía sonda porque aún no se la colocaron.
Su tiempo vale oro para hacerle frente a la enfermedad que padece, y por fin había recibido un turno para colocarse nuevamente la sonda el pasado lunes 5 de julio. Sin embargo, “a las 5 de la mañana ya estaba preparada, había hecho el pre-quirúrgico, pero se hicieron las 5 de la tarde y nunca me llevaron al quirófano, hasta que se presentó el Dr. Torres que me dio el alta sin medicación, sin la sonda y siguiendo la dieta líquida”.
Luego de pasar 12 horas esperando el lunes a recibir la intervención que necesita con urgencia, le confirmaron que este miércoles a las 7 de la mañana debía presentarse para entrar al quirófano, pero nuevamente recibiría el golpe de otra postergación.
“A las 9 de la mañana viene una de las secretarias del quirófano de cirugía y dice que no hay insumos descartables para los cirujanos, así que no se va a poder efectuar la colocación de la sonda y me mandaron a casa de vuelta”, relató a este medio.
“Que me manden a la casa porque no hay insumos descartables para los médicos en el quirófano es imposible”
“No puedo perder más tiempo, mi tiempo es limitado y tengo que comenzar cuanto antes con el tratamiento de quimioterapia, y para eso es la sonda, porque es la única alimentación que puedo recibir”, añadió.
Por esa vía se alimenta de una leche llamada Peptisorb, que gracias a la solidaridad de los comodorenses ya está abastecida por meses. Sus hijas iniciaron una campaña para conseguir estas latas de 350gr que se comercian a $4070 cada una, y fue todo un éxito. “Gracias a Dios, Comodoro es solidario”, celebró.
En contraste, mientras no le coloquen esta sonda, no podrá comenzar con la dieta ordenada para su tratamiento.
Este jueves sus hijos tendrán una reunión con el director del Hospital Regional, Dr. Eduardo Wasserman, para hablar sobre esta situación.
“Soy una paciente oncológica que no puede esperar más. En los 11 días que estuve internada en el hospital bajé 3,5kg y eso no me favorece para nada porque estoy muy deshidratada, muy anémica, mis defensas bajan y lo que el oncólogo quiso hacer poniéndome esta sonda y tomando esta leche tan cara es fortalecer el cuerpo y prepararme para la quimioterapia”, terminó graficando.
