La inflación en alimentos no cede a pesar de que el dólar bajó en las últimas jornadas. Harina, panificados, aceite y lácteos se encarecieron en el inicio de la semana entre un 9 y 12 por ciento. Los costos logísticos treparon 12,7 en septiembre.
Grandes empresas de alimentos aplicaron ayer otra ronda de fuertes aumentos en los precios. Molinos Río de la Plata, una de las principales jugadoras del mercado, envió a los supermercados nuevas listas con ajustes en toda su línea de productos con ajustes de entre 9 y 10 por ciento, en tanto que productoras de lácteos aumentaron los precios por encima del 10 por ciento y los aceites volvieron a subir un 12 por ciento. Detrás de las grandes empresas, las marcas más chicas suelen imitar el movimiento de precios. La inflación de octubre estará marcada por el arrastre devaluatorio de meses previos junto a las nuevas subas de combustibles y de los servicios públicos. Además, los costos logísticos de septiembre subieron 12,7 por ciento, lo cual tiene impacto, con algún grado de retardo, en prácticamente todos los precios.
«Ya prácticamente todos los precios se movieron en agosto y septiembre y en estos días al ritmo del salto del dólar. En función de esos aumentos, calculamos que la caída del consumo del mes pasado estuvo entre el 4 y 5 por ciento», explicó a este diario Alberto Guida, presidente de la Cámara de Autoservicios y Mayoristas. Guida aclaró que «las ventas en el segmento del autoservicio mayorista está de algún modo sostenida porque ha aumentado el flujo de consumidores que antes realizaban grandes compras en los hipermercados y ahora buscan defenderse de los precios. Sin embargo, los distribuidores que abastecen al minorista sí están muy complicados», evaluó.
A raíz del fuerte avance de los precios, los mayoristas consideran que la situación más difícil en términos de consumo fue en septiembre y también este mes. Esperan que en noviembre y diciembre se genere cierto repunte por la reapertura de paritarias y el pago del medio aguinaldo. «No habrá mejora de consumo con respecto al año pasado, pero sí frente a septiembre y octubre. Enero y febrero serán meses duros», planteó Guida.
Según fuentes del mercado, las empresas productoras de lácteos Tregar, Ilolay y Paulina aplicaron aumentos del 11 por ciento en los quesos cremosos y en el resto de los artículos de sus líneas las subas fueron del 7 por ciento. En el caso de Molinos Río de la Plata, el aumento fue un 9,3 por ciento en forma generalizada. Molinos tiene preponderancia de productos derivados de la harina, la cual subió alrededor de 120 por ciento en el año a causa del impacto de la devaluación en la producción primaria de trigo. Además, los aceites aumentaron en el orden del 12 por ciento. La semana pasada, aplicaron subas de entre 10 y el 15 por ciento otras empresas líderes del mercado, como Mondelez, Arcor, Mastellone y Sancor.
Según sondeos privados, la inflación de septiembre superaría el 7 por ciento, con lo cual sería la más alta desde abril de 2002 (del 10,4 por ciento), por arriba del 6,5 por ciento registrado en abril de 2016, que por ahora mantiene el récord bajo el mandato de Mauricio Macri. La consultora Elypsis, que dirige el economista oficialista Luciano Cohan, calculó que la suba de precios en septiembre fue del 7,3 por ciento, mientras que la UMET estimó un 6,7 por ciento de incremento. En tanto, se espera para octubre otra vez una inflación muy alta a raíz del arrastre de precios que viene de septiembre, la suba de las naftas del 9 al 12 por ciento, las prepagas en un 8 por ciento, peajes y servicios públicos.
Otro factor que permite anticipar que las subas de precios van a continuar fue dado a conocer ayer por Fadeaac, la cámara que agrupa a empresas de transporte de cargas: en septiembre, la suba de esos costos –un rubro clave en la producción nacional– fue del 12,7 por ciento, el mayor aumento de los últimos 16 años. «2018 será el año de mayor variación de costos luego de 2002, en un escenario donde también se prevé una fuerte caída de la actividad económica y, en consecuencia, de los volúmenes transportados. El autotransporte de cargas opera en un contexto recesivo», indicó Fadeaac, cuyo informe fue titulado «sin palabras». Impulsados por los combustibles, los costos del transporte de cargas subieron un 45 por ciento desde enero y acumulan en doce meses un alza del 57 por ciento –según publica Página 12-.
En relación a principios de mayo, el aceite de girasol Cañuelas de 1,5 litro subió un 62,4 por ciento; el azúcar Ledesma, un 26 por ciento y la manteca Sancor, un 31 por ciento. El agua Glaciar de 1,5 litro avanzó un 29,5 por ciento; la cerveza Stella Artois, un 53,9 por ciento; la harina La Favorita 000, un 120 por ciento y el detergente Ala Plus, un 62,6 por ciento.