El aumento de la producción petrolera de los competidores de la OPEP no ha rebajado los precios del crudo, que continúan en zonas de máximos en los últimos tres años debido a la “fuerte demanda” y a “las tensiones geopolíticas”.
Esta valoración se incluye en el último informe mensual sobre el mercado del petróleo difundido hoy por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en Viena.
El documento analiza el mes de marzo, marcado por la “volatilidad” en los precios, un crecimiento de la demanda “robusto” y “tensiones geopolíticas”.
“Los precios del petróleo subieron por la tensión geopolítica en Oriente Medio”, afirman los analistas de la OPEP, que también citan como motivo su estrategia de recortes, la debilidad del dólar y la “expectativa de una mayor demanda”.
La creciente hostilidad entre EEUU e Irán, la situación de Siria, con roces entre Washington y Moscú, y un posible agravamiento de la guerra en Yemen y su efecto sobre Arabia Saudí, han elevado la preocupación en los mercados petroleros en las últimas semanas.
Los analistas de la OPEP temen una mayor desestabilización de Oriente Medio, donde se produce la mayor parte del petróleo mundial.
Junto a ello preocupa también el efecto sobre la demanda de una disputa comercial entre Estados Unidos y China, las dos mayores economías del planeta.
Con esta situación, tanto el precio del crudo de la OPEP como el Brent y el crudo intermedio de Texas (WTI) se encuentran a su nivel más alto desde finales de 2014.
El precio del barril de crudo de la OPEP cotizó ayer a 68,29 dólares.
Los analistas del grupo elevan ligeramente, en 30.000 b/d los cálculos sobre la demanda mundial de petróleo para 2018, que se sitúa en 97,07 mb/d, una subida de 1,63 mb/d respecto al año pasado.
Y si la demanda de crudo de los 14 países de la OPEP se prevé que retroceda en 300.000 b/d en 2018, hasta los 32,6 mb/d, la producción de los competidores del grupo va a aumentar de forma notable.
Para 2018 se prevé que los competidores de la OPEP lancen al mercado 1,71 mb/d, un crecimiento de su producción que casi dobla el de 2017.
De ese crecimiento de la demanda, EEUU se lleva la mayor parte con un aumento del bombeo de 1,5 mb/d.
El fuerte incremento de la producción de sus competidores pone presión a la estrategia de recorte de la OPEP y otros diez aliados -entre ellos Rusia y México- para aumentar los precios del petróleo.
El acuerdo se puso en marcha en enero de 2017 con la retirada de 1,8 mb/d y se ideó para relanzar los precios del petróleo, que entre 2014 y 2016 llegaron a depreciarse más del 70 % por la sobreoferta.
El incremento de los precios en los últimos meses, sin embargo, ha hecho más competitivos métodos de extracción no convencionales como el petróleo de esquisto de EEUU.
Por el momento, la tensión geopolítica y un crecimiento económico en los países desarrollados mayor del esperado ha aliviado por el posible efecto de que los competidores de la OPEP abran más los grifos.
Los analistas de la OPEP reconocen que el mercado está actualmente dominado por “dinámicas de corto plazo” y con los inversores centrados en seguir situaciones “políticas y económicas”
El informe señala que la prima geopolítica ha ayudado a sostener los precios, así como “la posibilidad de que nuevas caídas en la producción de Venezuela puedan ayudar a compensar el impacto de un creciente bombeo de EEUU”.
Con esta situación, la cuestión es si la OPEP cambiará de estrategia en su próxima reunión del 21 de junio en Viena, en función de si el exceso de producción se traduce en una caída marcada de la cotización del “oro negro”.