La región de Calabria quiere revitalizar algunos de sus pueblos con pocos residentes; entre las condiciones figura ser menor de 40 años
Con la esperanza de aumentar la población y de revertir la tasa de envejecimiento de los pequeños pueblitos que la forman, la región de Calabria, ubicada al sur de Italia, planea ofrecerhasta 33 mil dólares durante un máximo de tres años a las personas que deseen trasladarse allí para vivir. La oferta incluye ubicaciones cerca del mar y sobre las laderas de las montañas.
Claro que no es cuestión de aparecerse con una toalla para echarse en la playa todo el día, sino que los candidatos deben comprometerse a impulsar un emprendimiento que puede ser desde cero o aceptando ofertas preexistentes de profesionales específicos buscados por las ciudades.
También hay otro requisito que excluye a los boomers y también a la generación X: los futuros residentes deben tener menos de 40 años. Por eso, se espera que la oferta atraiga a jóvenes millennials proactivos y ansiosos por trabajar. Además, los interesados deben estar listos para mudarse a Calabria dentro de los 90 días posteriores a la notificación exitosa de su solicitud.
Gianluca Gallo, un consejero regional, le dijo a CNN que los ingresos mensuales podrían variar entre 1000 y 900 dólares durante dos o tres años. Se prevén financiaciones únicas para apoyar el lanzamiento de una nueva actividad comercial como una hostería, un restaurante, un bar o una tienda.
“Estamos perfeccionando los detalles técnicos, el monto mensual exacto y la duración de los fondos, y si incluiremos también pueblos un poco más grandes con hasta tres mil residentes”, dijo Gallo. “Hasta ahora hemos tenido un gran interés por parte de las aldeas y, con suerte, si este primer plan funciona, es probable que sigan más en los próximos años”.
Los “ingresos de residencia activa”, tal como se llama el programa, tienen como premisa impulsar el atractivo del sur de Italia como un buen lugar para trabajar. De acuerdo con el alcalde de Altomonte, Gianpietro Coppola, la estrategia de atraer gente es más fructífera que la de vender casas a un euro.
“Queremos que esto sea un experimento de inclusión social que atraiga a la gente a vivir en la región, que disfrute de los entornos, que arregle los lugares no utilizados de la ciudad, como salas de conferencias y conventos con Internet de alta velocidad. El turismo incierto y las casas de un euro no son las mejores formas de renovar el sur de Italia“, aseguró Coppola.
Se espera que el proyecto se lance online en las próximas semanas. La región lleva meses trabajando en el asunto y ya ha destinado más de 800 mil dólares para sacarlo adelante. Más del 75% de las ciudades de Calabria, aproximadamente 320, tienen actualmente menos de cinco mil residentes, lo que genera temores de que algunas comunidades puedan desaparecer por completo en unos pocos años a menos que se produzca la regeneración.
“El objetivo es impulsar la economía local y dar nueva vida a las comunidades de pequeña escala”, agregó Gallo. “Queremos que la demanda de puestos de trabajo coincida con la oferta, por eso les hemos pedido a las aldeas que nos digan qué tipo de profesionales faltan para atraer trabajadores específicos”.
Estos son algunos de los pueblos donde los solicitantes podrían terminar viviendo:
Civita. Se encuentra en un acantilado rocoso en el parque nacional Pollino. La comunidad fue fundada en el 1400 por albaneses que huían del imperio turco. La aldea de tan solo mil habitantes es una pequeña Calabria en miniatura. Las casas antiguas están conectadas por callejones estrechos circulares llamados “arrugas” y tienen chimeneas especiales que se cree que mantienen a raya al mal.
Samo y Precacore. El lugar ofrece la emoción de vivir en dos viejas aldeas al mismo tiempo. Samo fue fundada por los antiguos griegos que buscaban refugio en las colinas pero no muy lejos de la costa para convertir al pueblo en un puerto. La mejor parte de Samo es su “lado b” fantasma: Precacore, que se eleva en frente sobre el valle.
Aieta. Fundado sobre las cenizas de un asentamiento griego, el pueblo se encuentra cerca de las acogedoras playas de Maratea y Praia a Mare. Es diminuto pero elegante. Las viviendas con techos de tejas rojas se agrupan a los pies de una majestuosa fortaleza.
Bova. Conocido como el “balcón natural” de la región por el fascinante paisaje costero, se encuentra justo en la punta de la bota de Italia cerca de Sicilia, en el corazón de la “Calabria griega”, que floreció con los colonos de la antigua Grecia.
Caccuri. Fue una vez una fortaleza construida para defenderse de las incursiones piratas. El espectacular castillo en la cima de una colina, construido como un puesto de vigilancia contra los ataques piratas, domina un laberinto de callejones, casas de piedra y pequeñas plazas con entradas privadas.
Albidona. Ubicada a una altitud de 850 metros pero con un territorio que se extiende hasta el mar, esta comunidad disfruta de un pinar cerrado y una playa con una torre sarracena. Está cerca de la frontera con Basilicata y Puglia, lo que lo convierte en un lugar ideal para recorrer las tres regiones y aprovechar al máximo el parque nacional Pollino y la costa cálida y soleada.
Sant’Agata del Bianco. Un ambiente rural sobrevive en esta colección de humildes viviendas campesinas donde gruesos muros de piedra amarillenta y puertas pintadas de verde transportan a los turistas al pasado griego y bizantino.
Santa Severina. La comunidad es conocida por sus naranjas. Los aldeanos son apodados aranciaru, que significa “comedores de naranjas” en el dialecto local; las frutas cultivadas aquí son el orgullo de Calabria y son buscadas por los mejores restaurantes.
San Donato di Ninea. El área que rodea al pueblo se considera una de las principales reservas de vida silvestre en Europa. Es tan remoto y escondido en las colinas que casi nadie fuera de la región sabía que existía hasta la década de 1970.
Cómo inscribirse
El proyecto todavía no fue lanzado online. Para enterarse de las novedades hay que estar atentos a la página oficial de Calabria en internet: portale.regione.calabria.it.