OceanGate, la empresa que gestionaba el sumergible turístico ‘Titán’, que implosionó durante una inmersión para visitar los restos del Titanic, suspendió todas las operaciones de exploración y comerciales, según anunció este jueves de manera oficial.
A través de su sitio web, la compañía confirmó la noticia, aunque no brindó más detalles.
Las autoridades estadounidenses y canadienses iniciaron una investigación para establecer la causa de la implosión que provocó la muerte de sus cinco ocupantes a fines del pasado mes de junio.
El día 18 de junio OceanGate informó que había perdido contacto con el sumergible, y cuatro días después de haber desaparecido en las aguas del Océano Atlántico, la Guardia Costera confirmó que habían encontrado los restos del submarino Titán, que viajaba con cinco tripulantes para ver los restos del mítico Titanic, hundido en 1912.
Entre los pasajeros perdidos en el océano se encontraban el millonario Shahzada Dawood y su hijo de 19 años, Suleman; el empresario y aventurero británico Hamish Harding; Paul-Henri Nargeolet, un famoso explorador francés, y Stockton Rush, director de OceanGate, la compañía responsable de estos viajes, que tenían un costo de 250.000 euros por persona.
La compañía OceanGate -que opera desde 2015 en tres océanos a profundidades de casi 500 metros- venía organizando excursiones de lujo que duraban diez días e incluían ocho jornadas en el mar.
Los interesados pagaban 250.000 dólares para viajar en el sumergible llamado «Titán».
Como parte de sus riesgosas expediciones, la compañía ofrecía acercarse al Titanic, que chocó contra un iceberg y se hundió en 1912 durante su viaje inaugural de Inglaterra a Nueva York con 2224 pasajeros y tripulantes a bordo. Más de 1.500 personas murieron en la tragedia.
Titan fue construido y diseñado con un casco de fibra de carbono de grado aeroespacial acoplado con tapas de titanio y una cúpula siguiendo los consejos de equipo de ingenieros del Marshall Space Flight Center de la NASA.