El flamante presidente de la Cámara de Empresas Regionales de Servicios Petroleros de la Cuenca del Golfo San Jorge reconoió en una extensa charla con Diario Jornada el impacto negativo que generan los paros en Santa Cruz Norte. Apuesta a trabajar «todos los días del mes» para que no se afecte la productividad.
El referente de las PyMEs locales sostuvo que la conflictividad es un tema crucial, donde más de cien días de paralización en 2010 y casi tres meses en lo que va del año reflejaron un crudo panorama en el norte de Santa Cruz en el cual la actividad petrolera y los planes de perforación han sufrido recortes.
En ese escenario, las empresas prestadoras de servicio parecen pagar el mayor precio. Núñez intenta revertir la situación desde la presidencia de la Cámara de Empresas Regionales de Servicios Petroleros de la Cuenca del Golfo San Jorge planteando la ecuación más sencilla: el trabajo diario y la no afectación de la producción.
La Cuenca del Golfo San Jorge es el territorio común para muchas empresas que ven impactada su economía a contramano de las conquistas sindicales y los informes de las operadoras en las que se reconocen incrementos de ganancias. «La Cámara va a cumplir diez años en enero. Estuve entre los miembros fundadores y venimos trabajando todos estos años desde la Comisión Directiva. Las empresas llevan mucho tiempo con un reclamo permanente tarifario y contractual. Me han elegido para que resuelva de una vez por todas éste tema, quizás porque era el que más quejaba», admitió abriendo su charla con el matutino valletano.
– ¿Cuál es el horizonte de la mayoría de las empresas que componen la Cámara después del paro en Santa Cruz?
– Las empresas están hoy en una situación complicada como el sector mismo. No hablamos de productividad sino por los días de paro que afectan muy fuerte la actividad. Por otro lado está la eficiencia con la que se presta la tarea. La idea nuestra es que estamos dispuestos a trabajar en eso buscando que se trabajen todos los días del mes, lograr mayor productividad sin que esto afecte la rentabilidad de las empresas ni la mano de obra.
– ¿Cómo se ve más allá el panorama petrolero de la Cuenca del Golfo San Jorge a partir de estos conflictos?
– Este primer semestre ha sido muy malo por lo tanto peor, no puede ser. Estuvimos tres meses parados en Santa Cruz y no hay nada peor que eso. Soy optimista en varias cosas. Primero noto que hay cambios importantes a nivel político que permiten pensar una región distinta. Todo el sector político se ha dado cuenta que hay que parar con esto de «no trabajar». Fue un quiebre muy importante lo que pasó en Santa Cruz. Los sindicatos de Chubut viene trabajando hace tiempo, percibiendo mejoras pero sin afectar la producción. Ahora falta liberar las rutas y que los reclamos de cualquier sector, no afecten la libre circulación.
– ¿Cómo es la relación actual con las organizaciones sindicales que están ligados al sector petrolero?
– Algunas cosas se trabajan en común con los sindicatos y hay otros objetivos que son encontrados. Hay que trabajar juntos y plantear cuestiones básicas en las que no se debe disentir. Podemos discutir salarios, condiciones de trabajo y en eso debemos buscar puntos de equilibrio. Lo que no podemos es no trabajar la totalidad de los días del mes. Lo que pasó últimamente ha puesto en peligro la industria y no se puede seguir extorsionando a las comunidades, ni a la industria del país que tiene un déficit de energía. No se puede parar la producción nunca en ese contexto.
– ¿Es necesaria la ayuda del Estado para poder ayudar a la economía de la mayoría de las empresas?
– Esto no lo va a resolver ningún sector en particular. Insisto en que es necesaria una tarea de conjunto. Esto es por lo que bregamos: tenemos que volver a sentarnos todos en la mesa y plantear una mesa de diálogo a nivel región. Ahí tenemos que discutir los problemas para poder fijar las pautas de trabajo a futuro.
– ¿Cuál es la principal demanda que las empresas le realizan a la Cámara. Por dónde pasan los principales reclamos?
– Lo inmediato es la situación económica y financiera complicada de la mayoría. Eso es lo primero que hay que resolver porque no se puede trabajar hacia delante, con empresas que gastan su tiempo, peleando precios con las operadoras o viendo cómo cubren los bancos o pagan sus salarios. Las empresas tiene que tener un mínimo, un piso de rentabilidad y a partir de ahí, sí trabajar con productividad y eficiencia comprometiéndose más con la región. Hoy el principal reclamo del sector es ese. Se pelea más con las operadoras para asegurar ingresos que no están seguros. Necesitamos empresas sanas que puedan trabajar más en busca de la eficiencia. Estamos en un sector en el que los sindicatos han conseguido mejoras en sus ingresos y las operadores muestran niveles crecientes de ganancias. No podemos ser el único sector que está perdiendo.
– ¿Porqué se da ésta situación? ¿Porqué las empresas prestadoras de servicio han perdido su lugar en ésta cadena?
– Por alguna visión cortoplacista del sector empresarial pero también, entendiendo que se están teniendo problemas de costos, cuyos niveles son insostenibles. Se cree que la forma de reducir costos es «apretar» a las empresas de servicios. La verdad en la situación de mercado que tenemos, con tantas regulaciones y tanta participación sindical la solución no pasa por el apriete en sí mismo sino por accionar en conjunto, buscando esquemas que sean más productivos. Hay que aumentar la productividad y no apretar a las empresas que realmente, tienen muy poco margen de maniobra.
– ¿Cómo ven las grandes operadoras a las pequeñas y medianas empresas que prestan servicios en la Cuenca?
– La pregunta habrá que verla en el tiempo. Ha habido cambios importantes en los últimos tiempos. Notamos eso en YPF donde teníamos varios conflictos. En los últimos meses se encaminó el tema división de tarifas y ya hablan de un programa conjunto de desarrollo de las empresas. Estamos teniendo más ruido con PAE y en la ronda de negociaciones que hicimos con el intendente Buzzi nos encontramos con dos casos a imitar como Tecpetrol y Capsa. A pesar de tener los yacimientos con menor producción de la cuenca, nos levantó la esperanza porque pueden tener contratistas satisfechos y actualizar tarifas trimestralmente y a la vez, tener rentabilidad pese su baja producción en yacimientos.
– ¿Sigue siendo negocio rentable, invertir y apostar a las empresas de servicio petrolero?
– Hoy no. Hay balances negativos como no ocurría en los últimos años. Nuestra gestión primaria es revertir eso. No puede ser que en una industria que a pesar de sus inconvenientes da ganancias a las operadoras y mejores situaciones salariales a los sindicatos, las empresas sean las únicas que no sean un negocio.
¿Podrá darse hacer algún cambio a partir del mes de diciembre en cuando a la aplicación de políticas renovadas para el sector?
– Vemos con expectativa los cambios. Tanto en la gestión que iniciará Di Pierro en conjunto con Martín Buzzi en provincia. El intendente conoce a fondo la problemática de las empresas y desde que estaba en el Ministerio de la Producción, apoyó a la Cámara. Lo primero que hizo recién electo fue respaldar a las empresas regionales y damos por descontado el apoyo de ambos. El desafío que tenemos es Santa Cruz Norte, la Cámara quiere trabajar por la región y las soluciones tienen que ser para el conjunto porque se afecta a uno u otro lado del «Ramón Santos». Queremos trabajar como cuenca ya que la actividad está muy vinculada.
– ¿Se terminará el petróleo alguna vez? ¿Hay que comenzar a buscar alternativas incluso dentro de la misma industria?
– Por supuesto que hay que buscar opciones en el largo plazo aunque en la misma industria, aplicando nuevas tecnologías. Hay proyectos que demuestran que yacimientos que antes no eran explotables tecnológicamente hoy se pueden explotar con lo cual sigue habiendo alternativas para seguir ampliando el horizonte de reservas. En los últimos treinta años siempre se habló del fin del petróleo y a la vez surgieron tecnologías que dieron lugar a nuevos yacimientos.