El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, celebró los recortes y dijo que «lo que se ha hecho en estos tres años no se ha hecho nunca en la historia argentina». «Hemos eliminado subsidios al transporte, a la electricidad, a Fútbol para Todos», se autofelicitó.
El ministro de Hacienda se vanaglorió del brutal ajuste fiscal que llevó adelante el gobierno de Mauricio Macri, sobre todo de la baja de subsidios a los servicios básicos que hoy los argentinos no pueden pagar. Pero para el titular de Hacienda, la gran victoria fue haberse mantenido en la Casa Rosada mientras se implementaban los recortes. «En la Argentina nunca se hizo un ajuste de esta magnitud sin que caiga el Gobierno», resaltó durante una exposición por los festejos por el 50° aniversario de la creación de la Comisión Nacional de Valores.
Dujovne insistió en que «lo que se ha hecho en estos tres años no se ha hecho nunca en la historia argentina», al momento de hablar de la disminución «de la estructura de gastos públicos». «Hemos eliminado subsidios al transporte, a la electricidad, a Fútbol para Todos», celebró el ministro ante los empresarios. El funcionario calificó al actual como un período de «austeridad fiscal» y de «política monetaria dura».
«La Argentina entre este año y el próximo está haciendo un ajuste fiscal de casi 3 puntos del PBI. El déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos va a caer de 5 a 1.5 del PBI, un ajuste externo de casi 3.5 puntos. El tipo de cambio mostró un ajuste de casi 40 puntos porcentuales. En la Argentina nunca se hizo un ajuste de esta magnitud sin que caiga el Gobierno», festejó.
El ministro adelantó además que se viene un mayor ajuste para el año que viene. «Para converger a la meta fiscal que necesitamos no nos alcanzaba con el gasto; todo el ajuste que hemos hecho hasta 2018 fue del lado del gasto; el ajuste fiscal del año próximo se hace mitad y mitad entre baja de gasto y suba de impuestos», detalló.
Dujovne elogió las medidas tomadas por el equipo económico, que en medio de las corridas cambiarias tuvo que volar a Washington para pedir créditos del FMI en dos oportunidades. Afirmó que lo bueno fue que no se recurrió a “soluciones mágicas”. «Más allá de haber recurrido a impuestos transitorios, es muy importante que no recurrimos a controles de capitales, cepos, confiscaciones ni represión financiera», agregó.
En otro pasaje de su disertación, se refirió al clima político e intentó llevar calma a los inversores al asegurar que Cambiemos seguirá estando en el gobierno para continuar con el ajuste. «Les digo a los inversores que se queden tranquilos. Cambiemos va a ganar las elecciones», vaticinó el funcionario y consideró que el resultado será positivo para Macri porque “las sociedad no vuelven al pasado”.
“Cuando terminemos el siguiente mandato, en 2023, van a estar a la vista los buenos resultados y finalmente vamos a ver tasas de crecimiento mucho más elevadas y la discusión va a ser muy distinta. Allí va a ser antipolular proponer cambios radicales a los que venimos haciendo», concluyó.