El clima financiero se agrava por el conflicto entre Estados Unidos y China. La Argentina aparece como la economía más vulnerable ante shocks externos.
El dólar alcanzó este lunes los 46,68 pesos y dio un salto de 79 centavos. La incertidumbre del mercado interno de las últimas semanas se potenció por las tensiones internacionales. El clima financiero del mundo empieza a ponerse cada vez menos optimista y produce nuevas presiones cambiarias para los argentinos. China devaluó su moneda.
El precio del yuan anotó el valor más depreciado desde 2008. La medida provocó un lunes negro para las bolsas globales, con pérdidas de casi el 4 por ciento. El riesgo país subió el 8,7 por ciento (72 unidades) y se elevó nuevamente hasta los 904 puntos. Las reservas internacionales anotaron una caída estrepitosa de más de 500 millones de dólares en la jornada. La tensión internacional promete continuar porque luego del cierre de los mercados el Departamento del Tesoro de Estados Unidos designó a China como «manipulador de divisas» y pidió la intervención del Fondo Monetario Internacional.
La Argentina es una de las economías más vulnerables del mundo ante crisis externas y el efecto se potencia por la devaluación de la moneda china. El Banco Central guarda casi la tercera parte de sus reservas internacionales en yuanes (el equivalente a 20 mil millones de dólares). Este lunes el tipo de cambio se elevó 1,7 por ciento y cerró cerca del pico de cotización de 46,90 pesos anotado el 26 de abril pasado. Se trata de un aumento similar respecto del anotado en las principales economías de la región. El peso mexicano y el real brasileño avanzaron entre 1 y 2 por ciento en el comienzo de la semana.
En el mundo hubo un derrumbe del precio de los activos financieros. Las bolsas de los países desarrollados registraron importantes caídas. En Estados Unidos se destacaron las bajas de los gigantes de la tecnología. La acción de Apple perdió un 5,2 por ciento en la jornada: equivale a una pérdida de 45 mil millones de dólares. En China la bolsa cerró con rojos de 1,6 por ciento y en los países emergentes la caída promedio fue del 3,7 por ciento. Los fondos de inversión salieron a buscar refugio en activos seguros. El oro marcó un nuevo pico de cotización de 1468 dólares por onza, el valor más elevado en los últimos seis años.
¿El dólar seguirá subiendo?
En la city aseguran que esta semana será de fuerte tensión financiera para el peso. No se descarta que el Central intervenga con reservas para intentar contener nuevos saltos del tipo de cambio a pocos días de las elecciones. La autoridad monetaria se mantuvo expectante y hasta ahora apostó a la estrategia de vender dólares futuros y elevar la tasa de interés de las Leliq: este lunes la subió de 61,00 a 61,59 por ciento. Las reservas cerraron en 67.036 millones de dólares con una caída de 519 millones. Los consultores consideran que el cambio de humor de los mercados financieros internacionales no es pasajero y que las nuevas rondas de devaluación de países emergentes pueden prolongarse. De hecho, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos designó a China como «manipulador de divisas» y el secretario Steve Mnuchin aseguró que actuará a través del FMI para conseguir que el gigante asiático revise su política de tipo de cambio.
¿Qué pasa en el mundo?
En las últimas dos semanas hubo dos episodios que generaron presiones financieras. El primero fue la reducción de la tasa de interés de la Reserva Federal. El ajuste de la tasa fue menor a lo que esperaba el mercado y la reacción no fue buena. Los capitales no aceleraron su ingreso a economías emergentes y empiezan a salir.
El segundo elemento fue el regreso de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. El presidente Trump impuso la semana pasada nuevos aranceles para la importación de productos chinos. La respuesta del Gigante Asiático llegó este lunes con la devaluación del 1,5 por ciento de la moneda para llevarla arriba de los 7 yuanes por dólar. La guerra comercial empieza ahora a transformarse en una guerra de monedas.