El primer ministro británico, Boris Johnson, fue ampliamente repudiado por no seguir los pasos de sus vecinos y dictar medidas de confinamiento inicialmente, para luchar contra el coronavirus. En cambio, Johnson sostenía, el Reino Unido aislaría a los ancianos y personas en grupos de riesgo, y dejaría que el resto de la población se contagiara y se inmunizara frente al Covid-19.
Pero este enfoque, advirtieron varios especialistas, es sumamente peligroso. Un estudio del Colegio Imperial advirtió que si no se cambiaba el rumbo, el sistema de salud colapsaría y habría millones de muertos. Johnson cambió el rumbo. Pero un nuevo estudio de Oxford parece demostrar que tenía razón. Según los investigadores, el virus circula por Londres desde enero y hasta la mitad de la población británica podría ya haberse contagiado y desarrollado inmunidad. Buscan empezar a testear masivamente en busca de anticuerpos para confirmarlo.
Mientras sus homólogos en otros países europeos dictaban la cuarentena obligatoria, Johnson hablaba de la «inmunidad de la manada» (la idea de que el virus dejará de propagarse cuando gran parte de la población desarrolle inmunidad). El plan para proteger (aislar) únicamente a los mayores y otros grupos de riesgo, mientras el grueso de la población seguía su vida normalmente.
De repente, hace 2 días, el primer ministro británico cambió de opinión y ordenó a la población quedarse en casa, siguiendo el camino de sus vecinos.
¿Qué lo hizo cambiar de opinión?
Un estudio del Colegio Imperial de Londres, que vaticinó un escenario apocalíptico si Londres no cambiaba de rumbo: millones de personas morirían por el coronavirus, el sistema de salud se vería colapsado y el confinamiento podría tener que durar hasta 1 año y medio.
El trabajo, publicado el 16/3, urgía a las autoridades a cambiar de rumbo en lo inmediato para evitar este escenario.
Según The Jerusalem Post, ese trabajo estuvo detrás de los cambios de posición tanto del primer ministro británico, como del presidente estadounidense, Donald Trump, y sus decisiones en pos del ya famoso «aplanar la curva». Es decir, tomar medidas para intentar desacelerar la propagación de casos y así evitar que colapsen las unidades de terapia intensiva y los respiradores para asistir a los enfermos, lo que llevó a la dramática situación de Italia, donde los médicos tienen que elegir a quién salvar.
«En esencia, el informe (del Colegio Imperial) nos dice que los gobiernos no están realmente intentando ganar la guerra contra este enemigo invisible. En cambio, están intentnado contenerlo y librar una guerra de desgaste para poder elegir qué partes de la sociedad tratar médicamente, para evitar una gran rebelión social cuando los hospitales colapsen. Lo que esto significa es que al público no le dicen por cuánto tiempo probablemente estén en cuarentena o por cuánto tiempo podría durar esta crisis», explicó seth Frantzman de The Jerusalem Post. «Las proyecciones optimistas sobre el retorno a la vida normal y la reactivación económica parecen ser poco realistas bajo la luz de este modelo. Si los aeropuertos se mantienen cerrados durante 1 año y los viajes son limitados durante ese tiempo, nuestras vidas se volverán en esencia similares al siglo 18 en términos de lo que hacemos cada día.»
En su conclusión, los autores de ese estudio del colegio Imperial recomendaron 4 medidas que pueden ayudar a mitigar la crisis:
- la distancia social,
- el aislamiento de los casos detectados,
- el confinamiento en los hogares
- y el cierre de escuelas.
Las reacciones ante pandemias anteriores que ha padecido la humanidad también dan cuenta de esto: las ciudades que iniciaron antes la cuarentena y donde la cuarentena duró más tiempo, tuvieron mejores resultados.
Sin embargo, también está la otra cara de la moneda:
¿Hasta dónde puede aguantar el sistema el impacto que se sufre por el parate económico?
«La pregunta es cuál sistema se romperá primero, si el médico, el económico, el de gobierno o el de seguridad», apunta Frantzman.
El nuevo modelo propuesto por Oxford, sin embargo, contradice al del Colegio Imperial, el que provocó el cambio de estrategia del Reino Unido.
«El modelo de Oxford sugiere que el Covid-19 se ha estado propagando desde por lo menos mediados de enero y que hasta la mitad de la población británica podría ya haberse infectado. Si es cierto, significaría que la inmunidad de la manada está más extendida que lo que se creía inicialmente. Si ese hallazgo fuese sustentado por testeos de anticuerpos por hacerse, habrá un fuerte argumento a favor de aflojar las restricciones que estamos viviendo», escribió Matthew Lesh en el sitio CapX.
El modelo, creado por investigadores del grupo de Evolución de la Ecología de las Enfermedades Infecciosas de Oxford, vuelve a poner el foco sobre la -por estos días abandonada- estrategia de la inmunidad de la manada.
El epidemiólogo Sunetra Gupta, quien lideró el estudio, dijo al Financial Times que lo sorprendió que el modelo del Colegio Imperial fuese tan ampliamente aceptado, sin reserva alguna.
Si el modelo de Oxford fuese confirmado en pruebas, Gupta cree que las restricciones podrían ser removidas mucho antes de lo indicado.
El grupo de Oxford está ahora trabajando con colegas de las universidades de Cambridge y Kent para empezar a hacer pruebas de anticuerpos, para detectar en qué etapa está realmente la epidemia y evaluar el nivel real de inmunidad en la población, explica el New York Post.
Según datos de la unviersidad John Hopkins, en el Reino Unido han habido 8.077 casos confirmados de coronavirus: 422 personas han muerto por la enfermedad y 135 se han recuperado.