Así lo declaró Romina, madre de una alumna de la institución de Km.3, manifestándose nuevamente en busca de respuestas de acuerdo a lo ocurrido con el cierre del establecimiento educativo. En este sentido, destacó que muchos estudiantes debieron irse a otros colegios ante lo conflictivo que resulta el nuevo modus operandi para asistir a clases.
«Vinimos acá para saber qué tipo de obra se va a hacer, la parte de ir al otro colegio no nos da una solución. Tengo una hija en Diadema y tiene una hora de viaje, es algo muy complicado como padres y este ritmo de vida no es agradable para los docentes ni para los chicos y padres», señaló la madre de una estudiante esta mañana en La Petrolera 89.3 brindando algunos detalles de la situación que debe atravesar.
Tras el desalojo de los alumnos del edificio educativo de Km.3, Romina planteó que en ningún momento les dieron explicaciones y que recién en la primera reunión les dieron la orden de cerrar la escuela el 31 de enero. «Nunca nos dijeron porqué, además afirmaron que el edificio no está en condiciones y no hay pruebas», dijo.
Además, y con sorpresivas declaraciones, la mujer manifestó que desde el ministerio de Educación «nos dijeron que nosotros teníamos que buscar la solución» a lo que lamentablemente «muchos alumnos se dieron de baja para irse a otros establecimientos«.
Por último, comentó cómo sería un día de clases «normal» para los jóvenes del Biología Marina que tendrán que ir de un lugar a otro para completar sus actividades. «Los tráilers serían una solución para que tengan sus otras materias. Ellos tienen estudios en la playa, natación en el Huergo y laboratorio en un colegio que consiguieron por acá cerca. No va a ser un año productivo para todos», finalizó.