El humo emanado por las prendas y el calzado quemado compromete las vías respiratorias de quienes están cerca, “pero la gente no se va a morir de frío y hace lo que puede”, lamenta una vecina de Fracción 14. La misma, encabeza el merendero de la zona y expone que cada vez más gente se acerca a pedir elementos necesarios, que muchas veces no hay disponibles.
El frío del invierno más crudo en los últimos 20 años afecta de gran manera a los comodorenses, pero lo hace en mayor medida a quienes no poseen red de gas y por la pandemia, ya no perciben un ingreso que les permita costear una garrafa.
“Mucha gente no tiene trabajo porque son trabajadores informales, albañiles, prestan servicios domésticos. No tienen ni para comer mucho menos para poner el gas”, señala Sabina, una de las vecinas de Fracción 14 que encabeza el merendero de la zona y hoy participó del reclamo que congregó a vecinos del sector.
Muchos vecinos del barrio no tuvieron la oportunidad de colocar el servicio de gas en sus hogares, y se ven obligados a calefaccionarse con “lo que haya”.
Ante la falta del servicio esencial en días tan fríos, los vecinos acuden al merendero del barrio, donde consiguen la preciada leña, si es que en el momento hay. “La leña para nosotros es muy difícil conseguirla, cuando no hay vienen a buscar ropa en desuso para tirarle a la salamandra”, relata Sabina a El Comodorense Radio por FM La Petrolera.
La vecina, quien está al frente del merendero junto a otras mujeres de la zona, indica que hace 9 años se encuentra brindando el servicio a la comunidad, pero que en el último tiempo “el trabajo ahora es el doble, tenemos mucha más gente”.
“Todos los días vienen los vecinos a pedir diferentes cosas. Yo me manejo con la gente solidaria de Comodoro, son gente particular que se acerca”, añade, y aclara “gente particular aporta, el municipio no. Le pedimos leña pero no tenemos respuesta. Hace varios meses presentaron la nota pidiendo la leña pero no hay”.
La falta de leña obliga a los vecinos a utilizar otros objetos para ser quemados y de esa manera, obtener algo de calor. Esto trajo problemas en la salud de los habitantes, que “no tienen otra opción”.
“Hay chicos con asma y otros problemas. La ropa, el calzado y el plástico quemado les hace mal, pero la gente no se va a morir de frío y hace lo que puede”, finalizó.