Aunque parezca un indicador netamente financiero, el riesgo país también afecta las variables económicas más básicas, como el dólar o el costo y acceso al crédito.
El riesgo país volvió a ser noticia en las últimas jornadas y, si bien es un indicador básico para quienes siguen los mercados de deuda, también impacta en las variables que afectan la economía de todos los días.
En pocas palabras, el indicador elaborado por el banco JP Morgan mide el costo extra (por encima del norteamericano) que pagaría Argentina si tuviera que salir emitir deuda en los mercados externos.
Hoy, Argentina tendría que pagar un costo tan alto para endeudarse que se considera que el mercado está directamente cerrado. Como resultado, recurre al mercado interno y se lleva el poco financiamiento disponible.
Efecto de crowding out
«Cuando, como en el caso de Argentina, el mercado es tan pequeño, se genera el efecto de crowding out. Es decir, que el Estado se lleva todo el crédito disponible para los privados. Lo ocupa con emisiones de bonos y letras y deja menor disponibilidad de crédito para el sector privado. A la vez, lo que queda es más caro porque hay menos y el precio del dinero, la tasa, sube», señaló Diego Martínez Burzaco, director de MB Inversiones.
Pero el mercado no está solamente cerrado para el emisor soberano sino también para las empresas locales. Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, explicó que a una compañía argentina que quiera salir a buscar financiamiento externo en este momento «le van a cuestionar la capacidad que tiene de comprar, dentro de Argentina, los dólares que necesita para devolver una deuda denominada en esa moneda».
«Al no poder concretarse ese financiamiento en el exterior (ya sea para consumo, inversión o exportación) tiene un impacto negativo sobre la producción local, la generación de empleo, la capacidad de agregar valor y el consumo local», añadió Kalos.
Desconfianza y tipo de cambio
El riesgo país también muestra la desconfianza de los mercados en la capacidad de Argentina para pagar su deuda. «Estamos en niveles de riesgo más altos de los que teníamos en 2014, cuando se falló a favor de los fondos buitres y se daba por garantizado que Argentina no se iba a poder cargo de esa deuda», recordó Candelaria Botto, economista y docente integrante de Economía Feminista.
Como resultado de la incertidumbre, aumentan las ventas de bonos argentinos y la demanda de dólares, por lo que el riesgo país también termina por incidir en la cotización de la divisa. «El tipo de cambio sigue al riesgo país porque si aumenta hay más posibilidades de default y eso lleva a los inversores a demandar más dólares para cobertura«, agregó Martínez Burzaco.
Por su parte, Botto sostuvo: «(La desconfianza) complica el panorama en el mediano plazo y trae consecuencias en el mercado cambiario. El jueves, cuando acá no hubo mercado, cayó el precio de los bonos argentinos y eso hizo que el lunes el dólar empezara con muchas presiones, lo que terminó con este miércoles tan turbulento, con una tasa de más de 68% que estrangula al sector productivo».
El crédito, más caro
En esa línea, la otra variable correlacionada con la suba del riesgo país es la tasa de referencia, que ayer ganó casi medio punto porcentual. «A partir de una tasa de interés tan alta, se produce la imposibilidad de tomar créditos para el sector productivo. Los bancos están en Leliq, el mayor tomador de préstamos es el Banco Central. Es una situación complicada para pensar en una reactivación de la economía real», explicó Botto.
Golpe a los precios
Finalmente, otro impacto del riesgo país se puede dar en la inflacion. «Algunos gobiernos que no pueden tomar deuda cierran la brecha entre gastos e ingresos con emisión monetaria, que genera inflación. Si bien Cambiemos no lo está haciendo ahora, lo hizo durante los primeros años de gobierno cuando el Banco Central emitía por adelantos transitorios al Tesoro«, expresó Martínez Burzaco.