La de Adrián Martínez es una historia de vida sumamente particular. El hoy delantero de Instituto, pieza clave del triunfo de la Gloria en La Bombonera por 3 a 2 con un gol y una asistencia, debutó en el fútbol a los 22 años y sin haber hecho inferiores.
La situación es llamativa debido a que son casos muy excepcionales aquellos que llegan a jugar profesionalmente sin una preparación durante años en las categorías formativas.
Antes de jugar al fútbol, Adrián fue albañil y recolector de residuos, hasta que un accidente en moto hizo que perdiera su trabajo.
En 2014 su hermano fue baleado y en represalia prendieron fuego y robaron la casa del agresor, delito por el que fue acusado y apresado Adrián Martínez, aunque la Justicia lo encontró inocente después de haber permanecido seis meses en prisión.
Al año del traumático suceso Martínez decidió probarse en Defensores Unidos, club de la Primera C, es decir, la cuarta categoría del fútbol argentino.
El club lo fichó, aunque sin goce de sueldo. Un tiempo después, a sus 22 años, hizo el debut oficial en el equipo.
Tuvo un 2017 fructífero convirtiendo 21 goles, actuación que lo llevó a estar en el radar de Atlanta, club que milita en la Primera Nacional.
En 2018, Martínez pasó a Sol de América de Paraguay y fue el goleador del equipo en el torneo con 12 goles. Ese mismo año, el delantero pasó a Libertad del mismo país y debutó en la Copa Libertadores con un triplete ante The Strongest de Bolivia. Allí ganó su primer título: Copa de Paraguay en diciembre de 2018.
En 2021, el oriundo de Campana apodado Maravilla fichó por Cerro Porteño -solo jugó 9 partidos, al año siguiente tuvo un breve paso por Coritiba de Brasil, con cuatro goles en 22 encuentros, y ahra viste la camiseta de Instituto, club en el que hoy fue figura en la victoria sobre Boca con un gol y una asistencia.
